MADRID 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una nueva terapia génica desarrollada por investigadores de la Universidad de Toronto en Ontario (Canadá) repara los pulmones donados que tienen daños que impiden su trasplante. Este tratamiento, cuyas características se publican en la revista 'Science Translational Medicine', sana los pulmones por la infusión del gen regulador IL-10 en una cámara especial fuera del cuerpo del donante y antes del trasplante.
Los pacientes con trastornos pulmonares graves como el enfisema y la fibrosis quística a menudo necesitan un par de pulmones para sobrevivir; sin embargo, más del 80 por ciento de los pulmones donados están muy inflamados y sólo funcionan ligeramente.
Los cirujanos de trasplantes suelen rechazar estos órganos dañados para evitar las complicaciones graves ya que las cirugías de éxito requieren pulmones de donantes sanos, una fuerte que sigue siendo escasa.
Los científicos, dirigidos por Marcelo Cypel y Shaf Keshavjee, diseñaron un tratamiento para sanar estos pulmones dañados. Aislaron los órganos en una cámara de cristal fuera del organismo y los mantuvieron respirando utilizando un sistema de perfusión capaz de bombear de forma continua una solución con oxígeno, proteínas y nutrientes.
A diferencia del método actual que preserva los órganos en bolsas sobre hielo, el sistema de perfusión pulmonar mantiene los pulmones a la temperatura normal del organismo, unos 37 grados centígrados, lo que permite a la maquinaria celular de los pulmones funcionar con eficacia.
En el experimento, los pulmones de cerdo que pasaron por la terapia genética con IL-10 y la perfusión pulmonar durante 12 horas mostraron un mejor funcionamiento y menos inflamación cuando se trasplantaron a los animales.
Al medir el flujo sanguíneo y el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en los cerdos que recibieron el trasplante pulmonar, los investigadores verificaron que la terapia genética con IL-10 restableció el funcionamiento pulmonar.
Además, el mismo tratamiento mostró resultados similares en pulmones humanos que habían sido rechazados para su trasplante. Los investigadores descubrieron que IL-10 suprimía la inflamación, restauraba los alvéolos y mejoraba el funcionamiento de los pulmones del donante dañados.
Según señalan los autores, el procedimiento podría aumentar las reservas de pulmones útiles para las cirugías y dar lugar así a resultados más seguros y exitosos en los pacientes que reciben un trasplante pulmonar. Los investigadores concluyen que se tendrán que realizar más estudios para comprobar si estos pulmones 'sanados' mantienen su funcionamiento a largo plazo en los pacientes.