MADRID 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Proporcionar a diario un sirope con antirretrovirales a los bebés lactantes o tratar a sus madres infectadas con los fármacos antirretrovirales altamente activos evita de forma segura y eficaz la transmisión del VIH de madre a hijo por la leche materna, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos.
El trabajo se ha hecho público durante la Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH que se celebra en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Alrededor de 420.000 bebés resultan infectados por VIH cada año, la mitad de ellos a través de la leche materna. Las mujeres infectadas por VIH en las áreas con pocos recursos se enfrentan al dilema de proporcionar leche materna, con sus beneficios para la salud y nutricionales, y asumir el riesgo de un 20 por ciento de posibilidades de transmitir el virus a sus bebés o bien proporcionarles leche artificial muy cara que se prepara con agua sin garantías de salubridad pero evitar así la transmisión del VIH.
El estudio sobre lactancia, antirretrovirales y nutrición (BAN) es el único ensayo aleatorio a gran escala sobre la profilaxis infantil y el tratamiento materno en la prevención de la transmisión del VIH a través de la leche materna. El estudio se realizó en Lilongwe (Malawi) en una única localización. Los investigadores asignaron de forma aleatoria a un total de 2.367 parejas de madres e hijos a uno de tres tipos de tratamiento. En los dos grupos con intervención, la probabilidad de infección por VIH era menor que el grupo control.
El 4,9 por ciento de los bebés eran positivos para el VIH al nacer. Entre aquellos que no estaban infectados por el virus a la semana de nacer, el 6,4 por ciento del grupo control estaban infectados a las 28 semanas en comparación con el 3 por ciento de los bebés cuyas madres seguían el tratamiento y el 1,8 por ciento de los que recibían a diario un sirope con nevirapina.
Al examinar la probabilidad de infección por VIH o muerte a las 28 semanas del nacimiento, el 7,6 por ciento de los bebés del grupo control estaban infectados o morían en comparación con el 4,7 por ciento de aquellos cuyas madres recibían tratamiento y el 2,9 por ciento de los que recibían el jarabe profiláctico.
Los resultados del estudio proporcionan la oportunidad a las autoridades nacionales e internacionales para elegir qué intervención, si tratamiento maternal o infantil, poner en marcha según las condiciones y recursos de cada área. Los autores concluyen que esperan ver estos resultados trasladados rápidamente en programas y políticas.