MADRID 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
La directora del programa molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y experta en la telomerasa, la doctora María Blasco, considera que la telomerasa es "una pieza clave" a la hora de hablar de la 'eterna juventud'.
"Hay evidencias científicas que muestran que en el casos de las células, la telomerasa es suficiente para hacer una célula inmortal, es la fuente de la inmortalidad", afirmó en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, tras conocerse que los estadounidenses Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak han sido galardonados con el Premio Nobel de Medicina 2009 por sus descubrimiento sobre los telómeros.
"En el caso de los organismos más complejos el CNIO demostró el año pasado que la telomerasa es uno de los genes de longevidad, capaz de alargar en un 40 por ciento la vida de los ratones", explicó. Es, por tanto, "uno de los mecanismo de longevidad mejor estudiados y que mejor base científica tienen".
La telomerasa es un mecanismo básico para la vida, "las células no se pueden mantener sin telomerasa porque permite que el material genético sea estable", advirtió, y, por este motivo, aseguró que este Nobel es un premio "esperado".
Actualmente, la importancia fundamental de la telomerasa es su implicación en cáncer y envejecimiento. "Las células normales tiene poca telomerasa y se piensa que envejecen precisamente debido a esto y, en cambio, las células tumorales entre las alteraciones más comunes que tienen es tener más telomerasa para así poder dividirse de manera inmortal", explicó.
En las células tumorales, se piensa que "para que el tumor pueda sobrevivir y crecer de manera indefinida" es necesario la telomerasa, precisamente en los últimos años han aparecido diferente fármacos contra la enfermedad que atacan directamente a la telomerasa.
Asimismo, la telomerasa está directamente implicada en el envejecimiento y, por tanto, en diversas enfermedades relacionadas con lo que se conocer como 'envejecimiento prematuro'.
Actualmente el trabajo que desarrolla dentro del CNIO ha contribuido a demostrar el papel de la telomerasa en cáncer y envejecimiento, gracias a la utilización de modelos animales modificados genéticamente.