MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
La tasa de prematuridad ha sido especialmente elevada (15,7%) frente a la habitual del 6,5 por ciento en recién nacidos hijos de madre con COVID-19, según los primeros datos dados a conocer por a Sociedad Española de Neonatología (SENEO) sobre más de 1.100 casos documentados de madres enfermas con coronavirus durante el embarazo o en el parto.
El estudio completo, el mayor registro de estas características y que será presentado este jueves en la V Jornada Nacional de Neonatología, muestra que se han registrado 48 recién nacidos que se han infectado o bien en la comunidad tras el alta hospitalaria o durante su hospitalización. En todos los casos la enfermedad ha sido leve, el tratamiento sintomático y la evolución favorable.
Tras analizar los datos, los neonatólogos admiten que no se puede descartar al 100% la transmisión del virus antes del nacimiento desde la madre, pero de ser así los escasos casos muy dudosos han evolucionado satisfactoriamente. En cualquier caso, los recién nacidos hijos de madres COVID-19 no han padecido una enfermedad clínica sugestiva de infección por coronavirus y la evolución ha sido favorable salvo por los problemas relacionados por su prematuridad.
En más del 60% de los casos se ha mantenido la no separación de la madre de su bebé, se ha mantenido el contacto piel con piel al nacer y la lactancia materna. Cuando esto no ha sido posible, los motivos han sido la gravedad de la enfermedad de la madre o la necesidad de hospitalizar al recién nacido, generalmente por prematuridad. En otros casos, la separación de la madre de su hijo ha sido necesaria por la imposibilidad estructural de mantener a ambos aislados en habitaciones individuales, pero estos casos han sido poco frecuentes.
Este estudio surge de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Neonatología (SENEO) que evidenció al poco tiempo de comenzar la pandemia que no existían datos fiables sobre el impacto de la infección por SARS-CoV2 en los recién nacidos. En un inicio los datos provenían de estudios chinos "poco fiables", donde se recomendaba la separación inmediata tras el parto de los recién nacidos hijos de madres con COVID-19, evitar la lactancia materna y en algunos casos mantenerlos separados hasta la negativización de la infección materna.
"Ante la gravedad de la situación, la SENEO tomó la decisión de iniciar una serie de consultas con otros grupos de investigación y entidades oficiales", explica el doctor Manuel Sánchez Luna, presidente de la SENEO.
Así, las recomendaciones de la SENEO ante el nacimiento de un recién nacido de una madre infectada por SARS-CoV2 o con alta sospecha de estar infectada se resumen en atender a ese recién nacido con las medidas de asepsia propias de un parto normal pero con máxima protección del personal sanitario que lo atiende; realizar un clampaje tardío del cordón umbilical y hacer contacto piel con piel con la madre, al igual que en otro parto sin infección COVID-19, pero manteniendo la mascarilla de la madre.
"Desde luego, no está indicado la separación de la madre de su hijo, ni el baño inmediato del mismo, algo que puede ser muy contraproducente", explica la coordinadora de la comisión de infecciones de la SENEO, la doctora Belén Fernández Colomer, quien destaca la importancia de fomentar la lactancia materna, "pues no existía evidencia de transmisión del virus ni intraútero ni a través de la lactancia materna, ya que los casos comunicados han sido ocasionales y esporádicos".
LA SENEO INSISTE EN SUS RECOMENDACIONES
La Sociedad Española de Neonatología quiere sin embargo hacer una llamada a la población y los sanitarios para mantener las medidas de higiene y protección de los recién nacidos en esta pandemia que está aún lejos de terminar.
"El hecho de no haberse notificado una enfermedad grave puede que esté en parte relacionado con la buena gestión de la protección higiénica de estos y el fomento de la lactancia materna, algo que indudablemente protege a los recién nacidos", recuerdan.
Igualmente hacen una llamada de atención sobre la protección de los recién nacidos, sobre todo aquellos nacidos prematuramente o con problemas relacionados con su prematuridad, o portadores de cardiopatía congénita para protegerles frente a las infecciones provocadas por los virus respiratorios, propios de la estación que comenzamos y muy especialmente por el virus respiratorio sincitial (VRS).
"Es importante reforzar las medidas de higiene, evitar ambientes cerrados y el contacto con personas con síntomas respiratorios, así como con el humo del tabaco. En el grupo de recién nacidos de riesgo, como son fundamentalmente los prematuros y los que padecen enfermedades respiratorias crónicas relacionadas con la prematuridad, la administración de una inmunoglobulina intramuscular es altamente eficaz para reducir el riesgo de hospitalización en más del 60% de estos últimos los casos y hasta el 78% en los prematuros", señalan.