MADRID 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
La tasa de mortalidad española por enfermedad cardiovascular es un 15 por ciento más baja que la media europea (un 31,2% frente a un 47%), según el último informe de la 'European Society of Cardiology', que también revela que la incidencia de esta dolencia entre la población masculina está disminuyendo.
La tasa de defunción entre los hombres por esta enfermedad es del 27,46 por ciento, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2010. Entre los países europeos, Francia es el que cuenta con la tasa por defunción más baja (un 25%) y Bulgaria, con el porcentaje más alto (un 60%).
En el caso de las mujeres, todos los países de la Unión Europea están viendo aumentar la incidencia de esta enfermedad, siendo las enfermedades cerebrovasculares las más prevalentes. En España, son el 35,19 por ciento de las mujeres las que fallecen por esta causa, de las que el 27 por ciento se debe a una dolencia de esta índole.
En general, en Europa, la mortalidad femenina por enfermedad cardiovascular es superior al 50 por ciento, especialmente en regiones de Centro Europa y Europa del Este. En el caso concreto de Bulgaria, esta tasa asciende al 70 por ciento. Las regiones que cuentan con menores cifras son los Países Bajos y Francia, con el 30 por ciento de las defunciones.
"La disminución de la mortalidad por enfermedad cardiovascular en los hombres se debe a que históricamente estas enfermedades han sido consideradas masculinas por lo que hace más años que la población ha cogido conciencia de la importancia de prevenirlas", ha argumentado el presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), el doctor Leandro Plaza.
Por el contrario, el aumento progresivo entre las mujeres se debe a que, a partir de la menopausia, la mujer deja de recibir la protección natural de los estrógenos y, con ello, se multiplican los factores de riesgo cardiovascular, produciéndose más diabetes, hipercolesterolemia y obesidad, ha señalado este experto, quien ha asegurado que, a partir de los 55 años, la prevalencia empieza a subir hasta situarse "muy por encima" de la masculina.
Por último, el presidente de la FEC ha apuntado también al cambio en el estilo de vida de las mujeres. "El estrés del día a día, el aumento en el consumo de tabaco, y sobre todo, la alimentación poco cardiosaludable que siguen como consecuencia de comer fuera de casa, también favorece la aparición y evolución de estas enfermedades", ha añadido.