MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -
Los niños de hoy con una discapacidad son un 16,3 por ciento más numerosos que hace una década, un incremento que es mayor en el caso de familias con ingresos elevados, según un estudio que se presentará este domingo en la reunión anual de la Academia de Sociedades de Pediatría que se celebra en Washington (Estados Unidos).
La investigación también encontró que los problemas relacionados con las condiciones de salud física han disminuido. "Cerca de 6.000.000 niños tenían una discapacidad en el periodo 2009-2010, casi un millón más que en el 2001-2002", destacó la autora principal, Amy J. Houtrow, director de la División de Medicina de Rehabilitación Pediátrica del Hospital Infantil del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh y profesor asociado de Medicina Física y Rehabilitación y Pediatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos).
Houtrow dijo que estudios anteriores ya habían indicado que la prevalencia de la discapacidad en la infancia es cada vez mayor, por lo que esta experta y sus colegas querían ver más de cerca las condiciones y los factores sociodemográficos asociados a la discapacidad.
Los investigadores analizaron los datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud llevada a cabo por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en el periodo 2001-2002 y los datos de la encuesta de 2009-2010.
Un total de 102.468 padres de niños de 0 a 17 años participaron en las entrevistas, en las que se les preguntó sobre si sus hijos habían tenido algún tipo de limitaciones en el juego o actividad, recibían servicios de educación especial, necesitaban ayuda con el cuidado personal, tenían dificultad para caminar sin ayuda, problemas con la memoria o cualquier otra limitación.
Si respondían que sí a cualquiera de estas preguntas, se les preguntó si las limitaciones de su hijo se debía a una visión o un problema de audición, asma o problema de respiración, articulaciones, huesos o problemas de músculos, déficit intelectual o retraso mental, problemas emocionales o de conducta, epilepsia, problemas de aprendizaje, del habla, trastorno de déficit de atención, defectos de nacimiento, lesiones u otras alteraciones de desarrollo.
Los investigadores clasificaron las condiciones en tres grupos: neurodesarrollo mental, físico y otros. Los resultados mostraron que la prevalencia de la discapacidad se incrementó un 16,3 por ciento desde el periodo 2001-2002 al 2009-2010.
Mientras las discapacidades relacionadas con la salud del desarrollo neurológico y mental aumentan, las debidas a las condiciones físicas disminuyen. Esta tendencia fue más notable entre los niños menores de 6 años de edad, cuya tasa de discapacidades del desarrollo neurológico casi se duplicó durante el periodo de estudio de 19 a 36 casos por cada mil niños. "Sospechamos que una parte del incremento en discapacidades del desarrollo neurológico se debe al aumento de la incidencia o el reconocimiento de los trastornos del espectro autista", dijo Houtrow.
Los datos también mostraron que los niños que viven en condiciones de pobreza experimentaron las mayores tasas de discapacidad en los dos periodos de tiempo, pero no el mayor crecimiento, que se vio entre los niños que viven en hogares con ingresos iguales o superiores al 300 por ciento del nivel federal de pobreza (alrededor de 66.000 dólares o 50.254 euros por año para una familia de cuatro miembros).
"Nos preocupa que los que viven en la pobreza puede estar teniendo problemas con ser diagnosticados y recibir los servicios necesarios", concluyó Houtrow.