MADRID 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
En el último año, en Europa se ha experimentado un progresivo y ligero aumento en el uso de desfibriladores automáticos implantables (DAI), de entre 3 y 4 por ciento con respecto a años anteriores, mientras que en España lleva tres años de estancamiento, ya que durante 2012 se implantaron casi un 2 por ciento menos que los registrados en 2011 y un 5 por ciento menos que en 2010.
Mientras que en 2012 el promedio europeo por millón de habitantes sigue creciendo hasta llegar a los 220 implantes, en España esta cifra se reduce a la mitad con 110 implantes por cada millón de habitantes, según según el último Registro Español de Desfibrilador Automático Implantable (DAI), que presentado en la XII Reunión de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
"En estos momentos España es el último país europeo en la lista de implantes de desfibriladores automáticos", señala el doctor Francisco Javier Alzueta, responsable del registro de Desfibrilador Implantable de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC y director de la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.
En 2012 se implantaron en España 4.216 implantes, según este registro, que es el mayor estudio español que se efectúa en esta materia, ya que recoge el 80,5 por ciento de la actividad que se realiza en España. Los datos son aportados por 150 hospitales españoles, 17 centros menos que el año pasado debido a las fusiones hospitalarias que se están llevando a cabo en el marco de la reforma sanitaria actual.
En referencia a las posibles causas de esta progresiva reducción, el experto señala que, "la actual crisis económica podría ser un factor, pero no es el principal, ya que como vemos en el análisis, las comunidades autónomas con menor número de no corresponden con las que menor renta tienen".
Por comunidades autónomas, las regiones españolas con menor tasa de implantes son Andalucía, Murcia, Baleares, País Vasco y Cataluña, y las que registran un mayor número de este tipo de intervenciones son Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Madrid.
El DAI es un pequeño aparato metálico que se implanta subcutáneamente en la parte superior del pecho izquierdo a pacientes en riesgo de padecer una parada cardiaca, por arritmias ventriculares y fibrilación ventricular. Hoy en día reúne las funciones de antibradicardia (marcapasos) antitaquicardia y desfibrilador.
Gracias a los datos proporcionados por el registro, se sabe que un 70 por ciento de las intervenciones se implantan desfibriladores monocamerales o bicamerales y que en un 30 por ciento de los casos se instala un desfibrilador tricameral (o resincronizador).
Asimismo, el registro evidencia que el 72,33 por ciento de las intervenciones que se han realizado durante el último año corresponden a primeros implantes y el 17,7 por ciento restante han sido recambios. En este sentido el Alzueta señala que, "con respecto al año pasado, se ha aumentado ligeramente el número de primeros implantes y en cambio, ha disminuido el número de recambios, que en el 86 por ciento de los casos se hacen por el agotamiento de la batería".
Según los datos del estudio, el 83,4 por ciento de los DAI se han implantado en varones, hecho que se explica cuando tenemos en cuenta que la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares en varones es más alta, y que esta se manifiesta más tardíamente y de manera más confusa en las mujeres.
Otro dato que revela el registro es que la edad media del paciente es de 61 años y que en la mayoría de los casos, a los que se les tuvo que implantar este tipo de dispositivos, sufrían una cardiopatía isquémica, es decir, que ya tuvieron un infarto de miocardio antiguo.