TOKIO, 26 Mar. (EUROPA PRESS)
Fuentes cercanas al Ministerio de Sanidad japonés revelaron el pasado sábado, 24 de marzo, que se han contabilizado un total de 23 informes de casos de desórdenes neuropsiquiátricos en menores de diez años tratados con el antirretroviral Tamiflu, utilizado para tratar la enfermedad de la gripe aviar, según informa la agencia japonesa Kiodo.
Esta información cuestiona las últimas medidas adoptadas por el Ministerio, que sólo tenía en cuenta los posibles efectos secundarios de este medicamento en los mayores de diez años.
Fueron un total de nueve los niños de menos de diez años con síntomas neuropsiquiátricos como alucinaciones, conducta depresiva o delirios contabilizados en doce meses a partir de abril de 2004 y catorce desde abril de 2005 hasta el final de ese año, según la información proporcionada por la empresa farmacéutica Chugai a la Agencia de Dispositivos Farmacéuticos y Médicos, dependiente del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar nipón. La agencia está elaborando ya la estadística correspondiente a 2006, según las fuentes.
Estos casos están provocando un cambio de postura del Ministerio, ya que hasta ahora negaba que hubiera una relación causal entre la administración de Tamiflu y los comportamientos anormales. Sin embargo, las advertencias del Ministerio estaban hasta ahora dirigidas sólo a los jóvenes de entre diez y 19 años.
Tamiflu, fabricado por la farmacéutica suiza Roche, tiene una alta efectividad contra la gripe y el propio Gobierno japonés ha adquirido una importante cantidad de este antirretroviral como medida preventiva ante un posible brote pandémico de gripe aviar.
Los últimos incidentes de suicidios registrados en febrero y marzo provocaron que el Ministerio suspendiera desde el pasado martes la administración de Tamiflu a personas de entre diez y 19 y emplazó a Chugai a que modificara el prospecto del medicamento para que reflejara esta suspensión.
El Ministerio informó el pasado miércoles de quince casos de niños y adolescentes de entre diez y 19 años que se han caído o se han lanzado desde edificios desde que se les comenzó a administrar Tamiflu, en 2004. También se han registrado siete casos de posibles suicidios de adultos desde 2005.
Las autoridades excluyeron en un principio a los menores de diez años de la suspensión de la administración de Tamiflu debido al alto riesgo de muerte por gripe en esas edades, mientras que los niños y adolescentes más mayores pueden ser menos vigilados por sus padres en el caso de comportamientos anormales.
El Ministerio subrayó la necesidad de revisar minuciosamente los informes de casos de niños de menos de diez años y "determinar con cautela si se debe recetar Tamiflu y tener cuidado de no dejar solos durante más de dos días a los niños que lo tomen". Chugai ya ha mostrado su voluntad de cooperar plenamente con las investigaciones de Sanidad y aseguró que ya trabaja en la recopilación de la información necesaria.