MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Cada año, 1,9 millones de personas mueren de enfermedades cardíacas inducidas por el tabaco, según un nuevo informe publicado este martes por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Mundial del Corazón y la Universidad de Newcastle (Australia) con motivo del Día Mundial del Corazón, que se celebra el próximo 29 de septiembre.
Esto equivale a una de cada cinco muertes por enfermedades cardíacas, según advierten los autores del informe, que insta a todos los consumidores de tabaco a dejar de fumar y evitar un ataque cardíaco. El documento subraya que los fumadores tienen más probabilidades de sufrir un episodio cardiovascular agudo a una edad más temprana que los no fumadores.
Unos pocos cigarrillos al día, fumar ocasionalmente o exponerse al humo de segunda mano aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas. Pero si los consumidores de tabaco toman medidas inmediatas y dejan de fumar, su riesgo de enfermedades cardíacas disminuirá en un 50 por ciento después de un año de no fumar, según los datos plasmados en este informe.
"Dado el nivel actual de pruebas sobre el tabaco y la salud cardiovascular y los beneficios para la salud de dejar de fumar, no ofrecer servicios de cesación a los pacientes con enfermedades cardíacas podría considerarse negligencia o mala praxis clínica. Las sociedades de cardiología deberían capacitar a sus miembros para dejar de fumar, así como promover e incluso impulsar las actividades de promoción del control del tabaco", explica el presidente del Grupo de Expertos en Tabaco de la Federación Mundial del Corazón, Eduardo Bianco.
El informe también muestra que el tabaco sin humo es responsable de unas 200.000 muertes anuales por enfermedades coronarias. Los cigarrillos electrónicos también elevan la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además, la hipertensión arterial y las enfermedades cardíacas aumentan el riesgo de sufrir graves enfermedades de COVID-19. Una reciente encuesta de la OMS reveló que entre las personas que morían de COVID-19 en Italia, el 67 por ciento tenía hipertensión arterial; y en España, el 43 por ciento de las personas que desarrollaban COVID-19 vivían con enfermedades cardíacas.
"Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger la salud de su pueblo y ayudar a revertir la epidemia de tabaco. Al hacer que nuestras comunidades estén libres de humo se reduce el número de ingresos hospitalarios relacionados con el tabaco, lo que es más importante que nunca en el contexto de la actual pandemia", ha comentado al respecto el jefe de la Unidad de No Tabaco de la OMS, Vinayak Prasad.