MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, se pronunció hoy sobre el caso de Hannah Jones, la niña británica de 13 años enferma de leucemia que se niega a recibir un trasplante de corazón, reconociendo que se trata de un caso "complejo desde el punto de vista ético" que, si se diera en España, sería resuelto por los padres y médicos del paciente contando con la opinión del paciente sólo a partir de los 12 años de edad.
"Con la ley en la mano, si ese caso se da en España y se trata de un menor, es el representante legal, sus padres, quienes nos ayudarían a tomar la decisión", manifestó el ministro durante un encuentro con los medios previo a su participación en la Conferencia Sectorial del Plan Nacional sobre Drogas, donde Gobierno y comunidades examinan la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016.
"Si se trata de un menor de 12 años serían los representantes legales, si es un mayor de 12 los padres tienen que consultar al menor su opinión y con esa opinión y la de los facultativos se toma la mejor decisión", precisó Soria, a quien dijo "no le consta" no obstante, un caso de estas características en España.
Para el titular de Sanidad, el caso de Hannah plantea "una situación compleja desde el punto de vista ético, jurídico y de protección de los derechos del paciente" ante la que, a su juicio, siempre se debe ser "muy respetuoso con los derechos de los pacientes" y también con la opinión de los facultativos que atiendan al menor, ya que deben descartar que el paciente sufra depresión.
Como padre, Bernat Soria reconoce que es "muy difícil" ponerse en el papel de los progenitores de la niña británica que sufre esta enfermedad terminal, ya que para juzgar a su entender "habría que conocer todo el proceso". "Todos los días los padres y madres españoles están tomando decisiones que tienen que ver con el futuro de sus hijos y lo que uno desea como padre, siempre, es lo mejor para sus hijos", concluyó.