Soria dice que "nada exime" al Gobierno de la "acción inmediata" porque todas las personas son "igualmente legales"

Actualizado: martes, 15 julio 2008 15:37

El presidente de Cruz Roja confía en que "se reconduzcan" algunas "nuevas corrientes" en el seno de la UE

ALMERÍA, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, defendió hoy que "nada exime" al Gobierno de la "acción inmediata" en situaciones como la vivida la semana pasada en aguas de Almería, donde fueron rescatados 33 inmigrantes subsaharianos de una patera en la que murieron otros 15 tripulantes, porque todas las personas son "igualmente legales" aunque algunas "llegan de forma irregular".

En un discurso ante los voluntarios del Equipo de Respuesta Rápida ante Emergencias (ERIE) de Cruz Roja-Almería, dispositivo que prestó asistencia a los supervivientes de la patera del pasado jueves, el titular de Sanidad indicó que no existe "solución inmediata" para las "tremendas" circunstancias de ciudadanos extranjeros que llegan a España "buscando una vida mejor", aunque sí se puede trabajar "en muchas cosas a la vez para que no vuelva a ocurrir".

En este sentido, Soria abogó, en primer lugar, por la prevención a través de la cooperación internacional, tanto desde España como desde la Unión Europea (UE), con los países en origen para evitar que sus habitantes se vean "forzados" a emigrar, un capítulo al que el Gobierno español, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional, AECI, dedicó en el ejercicio 2007 un total de 5.000 millones de euros.

En segundo lugar, el ministro recalcó la necesidad de luchar contra mafias que "engañan" a muchos inmigrantes, a los que se hace pagar "dinero que no tienen" y que se sienten "desesperados" cuando se dan cuenta de que no pueden quedarse o llegar al país de destino "porque su deseo es ayudar a los suyos" en su tierra.

Por último, y más estrictamente dentro de sus competencias, aseguró la asistencia sanitaria y humanitaria para los inmigrantes que atraviesan las fronteras de forma ilegal, para lo que agradeció el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y de los voluntarios de Cruz Roja, de los que dijo sentirse "orgulloso" y a los que trasladó el "compromiso" del Gobierno de estar "junto a los que más sirven", sobre todo en una materia en la que el Ejecutivo tiene "especial sensibilidad", ya que celebra una reunión semanal de la Comisión de Inmigración.

En esta línea, comentó a los voluntarios de Cruz Roja, acompañados por miembros de la Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y Protección Civil, que tras el rescate de los náufragos de la patera interceptada el jueves pasado, decidió mantener el encuentro programado con ellos semanas antes desde el convencimiento de que el Gobierno de España "tiene que estar allí donde hay un problema".

A los voluntarios de los ERIE de Almería, que suman los 250 entre los cinco equipos de la capital, El Ejido y Mojácar, se dirigió también el presidente de la organización en España, Juan Manuel Suárez, quien, tras visitar junto al ministro los módulos de asistencia sanitaria del puerto almeriense, incidió en el importancia de la respuesta humanitaria ante la "tremenda realidad" de personas que huyen de países marcados por "la violencia, la pobreza extrema y la falta de esperanza".

Cruz Roja, según su presidente, es "consciente" de que las autoridades tienen la legitimidad para establecer normas que reconduzcan los flujos migratorios y que eviten que las personas queden a expensas de "mafias desalmadas" que las conducen a situaciones en las que pueden incluso "perder la vida", pero pidió que todas las regulaciones se hagan con "el máximo respeto" a los derechos de las personas, tal como preconizan Cruz Roja y la Media Luna Roja "en todo el mundo".

Suárez agradeció en este aspecto la "sensibilidad" del Gobierno central con la política de inmigración, que se ha puesto como ejemplo internacional a imitar para que las personas reciban el tratamiento humano que merecen "independientemente de sus condiciones de regularidad".

Sin embargo, mostró su "preocupación" por "algunas corrientes nuevas" que están surgiendo "incluso" en el seno de la UE y que confió en que "se reconduzcan" y se encaminen hacia "el espeto" a los derechos humanos.