Sólo un 30 por ciento de las personas que sufren incontinencia de orina consultan al urólogo

Actualizado: viernes, 14 junio 2013 17:09

GRANADA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

Más de dos millones de españoles sufren incontinencia de orina, si bien sólo un 30 por ciento consulta al urólogo, según ha asegurado este viernes en Granada el doctor Manuel Esteban, coordinador del Grupo de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica de la Asociación Española de Urología (AEU), en el marco del 'LXVIII Congreso Nacional de la AEU'.

Pese a este escaso porcentaje de seguimiento, los especialistas estiman que la mitad de las mujeres tendrán un problema de incontinencia en algún momento de su vida, un trastorno que se asocia con un escape involuntario de la orina.

Además de un problema higiénico, la incontinencia representa en la mujer un serio condicionante para sus relaciones laborales, sociales y afectivas, según ha reseñado, por su parte, el presidente de la AEU, Humberto Villavicencio. "La incontinencia de orina, que se puede presentar a cualquier edad y afecta a ambos sexos, hace que muchos de estos pacientes oculten su enfermedad por temor al rechazo social a causa de un problema que hoy tiene solución".

"Por lo que es importante que hagamos llegar a la población el mensaje de que existen tratamiento adecuados individualizados para cada paciente, y que lo importante es acudir al urólogo para tener un diagnóstico correcto del tipo de incontinencia que se sufre y actuar en consecuencia", ha defendido.

BOTOX, NUEVA HERRAMIENTA TERAPÉUTICA

El empleo del botox, más conocido como toxina botulínica, está actualmente incluido en las guías de la (EAU) con un grado máximo de recomendación como tratamiento eficaz y mínimamente invasivo para reducir la hiperactividad del músculo detrusor (pared de la vejiga que se contrae en el momento de la micción para extraer la orina, y que está relajado cuando esto no sucede para permitir que la vejiga se llene).

Sin embargo, este experto matiza que "se trata de una alternativa de segunda línea, que hay que utilizar cuando han fracasado otras opciones farmacológicas. De todos modos es una herramienta a tener en cuenta y que se está incorporando al arsenal terapéutico, teniendo en cuenta factores como la comorbilidad, la gravedad del trastorno, los síntomas y la afectación de la calidad de vida".

La toxina botulínica es un neuromodulador que inhibe la contracción del músculo de la vejiga. Según explica el doctor Esteban, "el tratamiento se administra a través de una inyección, bien en la vejiga, para paralizar el músculo detrusor temporalmente, o bien en el esfínter para facilitar la salida de la orina. Sus efectos pueden traducirse en beneficios sobre los síntomas de vejiga hiperactiva, incluyendo la urgencia en la micción".