Hasta ahora, sólo lo ha hecho País Vasco, pese a que la ley lo obliga "desde hace nueve años"
MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP) ha demandado que las autonomías asuman las competencias sanitarias de sus prisiones, con motivo del inicio de su IX Congreso Nacional, XVI Jornada y I Congreso Internacional, que tendrán lugar hasta este sábado.
Así lo ha solicitado este jueves en Madrid el presidente de esta institución, el doctor Antonio López Burgos, que ha indicado que el hecho de que ninguna región, a excepción del País Vasco, haya asumido aún esta transferencia de competencias recogida en la ley "desde hace nueve años" es porque "falta voluntad política". A su juicio, las comunidades no lo han hecho porque "puede suponerles un gasto".
Sin embargo, explica que el modelo implantado en la comunidad vasca "es al que aspira esta sociedad", ya que en éste "la atención que reciben los pacientes, se hace como en cualquier centro de salud" al estar integrada es el sistema de salud de la región. En concreto, afirma que la consejería de Sanidad, entonces liderada por el socialista Rafael Bengoa, "asumió a los 43 profesionales sanitarios que estaban trabajando en las prisiones vascas y desplegó su propia tecnología".
En este sentido, López Burgos señala que actualmente hay 1.000 personas dedicadas a esta labor en España, los cuales supondrían un coste para las autonomías "casi nulo". Además, subraya que están especializados en patologías frecuentes en las penitenciarias, como las infecciosas, las drogodependencias o las mentales, por lo que "supondrían un ahorro a la larga".
Por otra parte, el máximo representante de la SESP afirma no entender que la sanidad penitenciaria esté "incrustada" en el Ministerio del Interior, ya que "su preocupación es la seguridad". Por ello, apunta que la situación actual es "de colapso" al no tener medios suficientes, ni posibilidad de contratar más personal. "Tenemos una tasa de renovación 0" entre los trabajadores sanitarios penitenciarios", lamenta.
EL COSTE FARMACÉUTICO EN LAS PRISIONES NACIONALES ES DE 35 MILLONES
Añadido a ello, explica que la aparición de tratamientos más caros "supone, con los recortes, que no se pueda acceder en igualdad de condiciones a ellos". A causa de esto, insiste en la necesidad de que las comunidades autónomas asuman estas competencias, algo que debe ser "un compromiso político".
Respecto a los costes que supondría para cada Gobierno autónomo la asunción de estas responsabilidades, el especialista afirma desconocer los datos. Sin embargo si expone que el coste farmacéutico total "es de entre 35 y 37 millones de euros", cifras que asegura que "se han reducido en dos millones durante este año".
Finalizando con esta problemática, López Burgos asegura que una persona que está en libertad tiene derecho a Atención Primaria y a especializa, mientras que los que están en prisión no lo tienen a especializada; lo que obliga "a pagarla". Así, tras preguntarse porqué hay que hacer "un doble gasto", apuesta por "evitar duplicidades".
Por otro lado, el galeno se ha referido a las enfermedades que más acusan los presos, siendo las más importantes "la hepatitis C, que padecen entre 13.000 y 15.000 internos (22,4%); la infección por VIH, que afecta a 3.600 reclusos (6,3%); o la drogodependencia, ya que entre el 80 por ciento reconoce haber consumido en el mes anterior a su ingreso en prisión".
En referencia a éstos pacientes, apostilla que "sólo el 66 por ciento de los infectados por VIH estén siendo tratados actualmente" o que "el 50 por ciento de los que tienen hepatitis C lo son por genotipo 1. En cuanto a las drogas, el problema surge ahora por el policonsumo de sustancias, siendo la más habitual la cocaína, la cual se consume en un 37 por ciento de los casos.
LAS ENFERMEDADES MENTALES SON LA NUEVA EPIDEMIA
Mención aparte merecen para el expertos las enfermedades mentales, que son "la nueva epidemia". Éstas afectan a un 40 por ciento de los presos, y a un 4 por ciento lo hace de manera grave. Además, hasta un 80 por ciento de los internos tienen algún trastorno, siendo algunos de ellos la esquizofrenia o los trastornos de personalidad.
Ante todas estas circunstancias, SESP desarrolla programas de tratamiento y reinserción, los cuales han conseguido éxitos como reducir a cero la cifra de infectados por VIH dentro de los centros penitenciarios. Pero, a pesar de ello, López Burgos lamenta que siga existiendo "discriminación" entre la sociedad hacia estos ciudadanos.
Por su parte, el presidente del comité organizador del congreso, el doctor Fabio Sternberg, ha puesto en valor la relevancia de la cita que se inicia este jueves al recalcar que, bajo el lema 'Madrid Punto de Encuentro', se van a reunir especialistas nacionales e internacionales a los que se les va a exponer el hecho de que "muchos de los presos españoles tienen su primer contacto con la sanidad en la prisión".
El experto, que indica que cuando éstos vuelven a la sociedad "tienen mejor estado y hábitos saludables", sostiene que en las cárceles nacionales se está haciendo todo lo posible para mejorar la salud de los reclusos. Así, reconoce que se llega hasta el punto de "repartir condones y lubricantes, e intercambiar jeringuillas con los presos para que no se contagien".