MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio sugiere que la relación entre la reducción del volumen cerebral y la pérdida de memoria en la enfermedad de Alzheimer cambia a través del espectro de edad. La investigación ha sido publicada en la edición digital de 'Neurology', la revista médica de la American Academy of Neurology
"Las personas mayores de 85 años constituyen la población de más rápido crecimiento en el mundo", afirma el autor del estudio, el doctor Mark Bondi de la Universidad de California San Diego, "nuestro estudio muestra cómo la edad tiene un efecto significativo en la atrofia cerebral y los cambios cognitivos evidentes de la enfermedad de Alzheimer", añade.
En el estudio participaron 105 personas con Alzheimer y 125 personas libres de demencia, reclutados a través de la Alzheimer's Disease Neuroimaging Initiative. Los participantes se dividieron por edades, por un lado aquellos entre 60 y 75 años y, por otro, los mayores de 80 años. Todos se sometieron a pruebas que medían el lenguaje, la atención, la velocidad de procesamiento de la información, la función ejecutiva, y la capacidad para recordar información.
Los participantes también se sometieron a escáneres cerebrales para medir el espesor de las capas de tejido más externas de la corteza cerebral.
A pesar de que los dos grupos presentaron niveles similares de deterioro cognitivo en general, los investigadores observaron que el patrón de los cambios asociados con la enfermedad de Alzheimer parece ser menos sensible en las personas mayores de 80 años en comparación con las de edades comprendidas entre los 69 y los 75 años.
En comparación con sus homólogos sanos, la función ejecutiva, la memoria inmediata y la velocidad de atención fueron menos anormales en los mayores de 80 años. Este grupo, también mostró un adelgazamiento menos grave de las partes de la corteza cerebral y el cerebro que el grupo más joven, en comparación con los sujetos sanos.
Esto es en parte debido a que estas áreas del cerebro disminuyen su espesor debido a la edad, por lo que hay menos diferencias entre los cerebros sanos de personas mayores de 80 años y los cerebros de personas mayores de 80 años con enfermedad de Alzheimer, apunta Bondi.