ZARAGOZA 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato de Médicos de Aragón ha calificado de "ataque sin precedentes a la sanidad pública" el Plan de Ordenación de Recursos Humanos del Servicio Aragonés de Salud (Salud), según ha expuesto Lorenzo Arrancó, representante de esta entidad, quien ha comparecido en Comisión de las Cortes autonómicas junto con Celso Mostacero y Leandro Catalán.
Arracó ha criticado, en la Comisión de Comparecencias y Peticiones Ciudadanas, la ordenación del personal prevista por el Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia, que prevé la jubilación forzosa de la mayoría de los médicos de entre 65 y 70 años.
Según los datos de este sindicato, se amortizarán, entre este año y hasta 2017, un total de 2.368 plazas y, en concreto, entre los médicos se perderán entre 290 y 522 de una plantilla de poco más de 4.000 "en atención, exclusivamente, a criterios económicos". Se va a producir una disminución "brutal" de los efectivos "más especializados y preparados", ha agregado.
A su entender, estas medidas son "drásticas y graves", el plan se ha elaborado "sin saber de qué se está hablando y qué consecuencias va a tener en los próximos años", y, en general, es un "insulto" a la profesionalidad, al mantenimiento de la calidad y la innovación científico-técnica.
Leandro Catalán ha aseverado que este "no es un plan de recursos humanos, sino solo de jubilaciones, que se hacen sin reordenación" y ha lamentado que solo se tengan en cuenta los criterios económicos para amortizar plazas "con el fin exclusivo del ahorro a corto plazo en el presupuesto". Catalán ha dejado claro que no se pueden mejorar los niveles de calidad asistencial "sin contar con los profesionales" sanitarios.
Celso Mostacero ha manifestado, por su parte, que "no es posible mantener los niveles de las prestaciones sanitarias disminuyendo y amortizando plazas", tras lo que ha negado que la sanidad pública sea universal, ya que se financia con los impuestos. La jubilación forzosa, ha añadido, "supone prescindir de los profesionales más cualificados con la única finalidad de amortizar plazas".
Asimismo, se ha mostrado sorprendido por la decisión del Departamento de trasladar a los gerentes de área la competencia para determinar qué profesiones se jubilan, "si no hay un criterio objetivo" y ha expresado que cualquier modificación de los recursos humanos del Salud "no puede dañar la prestación del servicio a los aragoneses".
COMPROMISO
La diputada del PP Nuria Loris ha recordado que "el Salud se comprometió a cubrir todas las necesidades y que habrá plazas cubiertas y otras no" y ha sostenido que los objetivos del plan son, entre otros, "la renovación de plantillas, la generación de empleo estable, la mayor capacidad de la adaptación al cambio por parte de los profesionales y facilitar el abordaje de nuevos proyectos científico-técnicos".
El parlamentario del PSOE Eduardo Alonso ha defendido que "Aragón no se puede permitir estos números porque es una aventura que nuestra sanidad no debe correr". En su opinión, este plan "va a aumentar tremendamente las demoras en pruebas y consultas, supone un descabezamiento de líderes médicos y de conocimiento, sin planificación para ser sustituidos".
Por su parte, el diputado del PAR Manuel Blasco ha apostado por "una ordenación de recursos consensuada y analizada caso a caso" y ha indicado que "cualquier elemento de distorsión que pueda producir la sensación contraria a esto nos va a parecer injustificado; deben ser aspectos pactados entre las partes y en el ámbito de las mesas correspondientes, sin llegar a extremos que a nadie nos gusta", ha dicho.
La portavoz de CHA, Nieves Ibeas, ha comentado que "no hay ningún rasgo de objetividad en la orden y tampoco "criterios ni cuestiones concretas". Estos "son tiempos muy duros para que nos juguemos lo que estamos haciendo y no podemos permitir que a costa de los derechos de los ciudadanos y trabajadores estemos rascando euros, cuando resulta que a la gente la tenemos mal atendida".
Desde IU, la parlamentaria Patricia Luquin ha calificado la comparecencia de este sindicato como "absolutamente clarificadora" y ha coincidido en que el plan es "un ataque sin precedentes a la sanidad pública", agregando que "si alguien piensa que no hay deterioro, está mintiendo y es bastante irresponsable; todos los recortes son con criterio economicista y, en sanidad, si no se tiene en cuenta la calidad, malo", ha estimado.