PALMA DE MALLORCA 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato Médico de Baleares expresó hoy su "indignación y repulsa" ante la agresión perpetrada ayer en el hospital de Son Llàtzer por parte de un paciente contra un médico, una enfermera y otro paciente, y reclamó a la Conselleria de Salud del Gobierno de las Islas Baleares que adopte las medidas preventivas que sean necesarias, y no sólo represivas, para evitar nuevas agresiones.
En un comunicado, Simebal manifestó su condena hacia cualquier género de violencia, tanto verbal como física contra los profesionales de la sanidad, e informó que estudia personarse en el proceso de acusación contra los agresores.
A fin de evitar nuevos casos de violencia contra el personal médico, la organización considera necesaria una mayor dotación económica, en aras a preservar la seguridad en los centros. Estas medidas pasan por el incremento de vigilantes y de cámaras de seguridad, además de la aplicación "rigurosa" de los protocolos existentes contra la violencia física y verbal
Además, el sindicato emplazó al Ib-Salut a denunciar todos los casos de violencia, por leves que sean, para que los agresores sepan que sus actos no quedarán impunes en ningún caso.