MADRID 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El sildenafilo, comercializado como 'Viagra' por Pfizer, en combinación con la doxorubicina, un fármaco anticancerígeno, aumenta la eficacia antitumoral del tratamiento en el cáncer de próstata y alivia los posibles daños cardiacos del tratamiento, según un estudio de la Universidad Virginia Commonwealth y el Centro del Cáncer VCU Massey en Estados Unidos que se publica en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
El agente de quimioterapia doxorubicina ha sido utilizado para tratar una variedad de cánceres humanos desde hace más de cuatro décadas pero su uso se asocia con daños cardiacos irreversibles que a menudo se presentan incluso años después de finalizado el tratamiento.
Los investigadores han realizado experimentos en modelos animales y en células en los que la combinación de sildenafilo y doxorubicina aumenta la producción de especies de oxígeno reactivo que desencadenan la muerte celular en las células del cáncer de próstata. Los autores también observaron que la combinación no dañó a las células epiteliales normales sanas de la próstata.
Según explica Rakesh C. Kukreja, responsable del estudio, "creemos que el sildenafilo podría ser un excelente candidato para su incorporación a los tratamientos del cáncer, con el potencial de aumentar la eficacia antitumoral a la vez que proteger el corazón contra los daños a corto y largo plazo de la doxorubicina".
Kukreja se muestra emocionado sobre el potencial impacto de trasladar su trabajo a la práctica: "mi equipo y yo esperamos llevar la investigación a un ensayo clínico y en la actualidad estamos planificando cómo hacerlo". El ensayo clínico evaluaría la eficacia de la combinación de estos fármacos en pacientes de cáncer.
Los investigadores se encuentran entre los primeros en explorar el área de precondicionamiento. Este efecto de precondicionamiento se modelaba en su laboratorio al 'pretratar' ratones con dosis de sildenafilo que también aumentan los niveles terapéuticos de óxido nítrico en el corazón.
Un corazón precondicionado o pretratado tiene una mejor capacidad para producir óxido nítrico y directamente mejora la progresión del paciente tras un ataque cardiaco. Por lo general, los daños que siguen a un ataque cardiaco se asocian con una incapacidad para recuperarse de la carencia de oxígeno.