Siete de cada diez personas engordan más de dos kilos cuando dejan de fumar, según experto

Actualizado: lunes, 26 enero 2009 14:39

MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

La mitad de los fumadores que deciden dejar el tabaco engordan entre dos y tres kilos durante los primeros meses y un 20 por ciento experimentan engordan más de cuatro kilos, aunque este aumento de peso es transitorio, según el médico de Atención Primaria y miembro del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), Plácido Gascó, y no ha de constituir ninguna barrera para el abandono del tabaco.

Aunque los resultados de los estudios más recientes advierten de que un 20 por ciento de los ex fumadores mantiene el mismo peso, sólo uno de cada diez adelgaza y la tendencia general es "ganar unos kilos de más", señaló Gascó en un comunicado de Pfizer. Esto se debe a que la nicotina suprime el apetito e incrementa la tasa de metabolismo en reposo, al tiempo que disminuye artificialmente la masa grasa del organismo por lo que, cuando se deja de fumar, el organismo se normaliza y se recuperan estos kilos perdidos debido a un aumento del colesterol bueno (HDL), al tiempo que el fumador presenta un déficit crónico de las reservas de vitamina C que, entre otros efectos, puede empeorar o retrasar la recuperación de los procesos infecciosos respiratorios.

Además, las terminaciones sensitivas del gusto y el olfato se regeneran a los pocos días de abandonar el tabaco y hace que los ya ex fumadores disfruten más de los aromas y los sabores y les lleve a ingerir mayor cantidad de alimentos. Todo ello unido a la alteración de los hábitos alimenticios que hace que se sustituya el deseo de fumar cigarrillos por una sensación de hambre.

Esto provoca cierto "miedo a engordar" en aquellas personas que desean dejar de fumar "sobre todo en adolescentes y mujeres jóvenes", puntualizó el doctor Gascó, que recordó que los beneficios del abandono del tabaco son siempre mayores y más globales que el ligero aumento de peso y otras ventajas que podría suponer el dejarlo.

De hecho, a su juicio, "achacar el aumento de peso a dejar de fumar no deja de ser paradójico pues hay una tendencia social evidente hacia la obesidad". Según este experto, el sobrepeso "acecha a todas las personas independientemente del tabaco" debido a los cambios de hábitos alimenticios y una menor actividad física.