MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Siete de cada 10 pacientes en tratamiento por adicción a la heroína consume de forma habitual cocaína, cannabis o alcohol, una nueva moda de uso de estupefacientes que exige ampliar las opciones terapéuticas disponibles e integrarlas en el Sistema Nacional de Salud (SNS), aconsejaron los expertos en drogodependencias que participaron en el último seminario organizado por Socidrogalcohol, la Sociedad Española de Toxicomanías (SET) y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), informaron hoy en un comunicado.
En este encuentro, patrocinado por los laboratorios Schering-Plough, los participantes coincidieron en señalar que a pesar de que en los últimos años se ha estabilizado el número de pacientes que solicitan tratamiento por dependencia a opioides como la heroína, se ha detectado un importante cambio en las pautas de consumo en el que se opta por nuevas vías de administración alternativas a la intravenosa y un repunte en el uso combinado de heroína y cocaína que dificulta el tratamiento de estas adicciones.
Según el doctor Gabriel Rubio, especialista de la sección de adicciones de la Sociedad Española de Psiquiatría, la utilización de varias drogas de abuso junto a la heroína está generando "problemas en los pacientes que se encuentran en programas de seguimiento con metadona, ya que se produce un incremento de las recaídas, de las urgencias médicas provocadas por la sobredosis y de la inscripción en programas de desintoxicación complementarios al de la heroína para controlar la adicción al alcohol o los sedantes".
Los expertos destacaron que la adicción a opioides como la heroína constituye un grave problema de salud pública especialmente en España, donde se registra uno de los niveles más altos de prevalencia de consumo, con unos 8 casos por cada 1.000 habitantes, pero que en la actualidad, es el único país europeo que cuenta con una sola opción de tratamiento para la adicción a la heroína.
Para el doctor Javier Álvarez, especialista de la Sociedad Española de Toxicomanías, la ampliación de las opciones terapéuticas para los pacientes adictos a opioides permitiría "equiparar a los pacientes españoles con el resto de los europeos, que cuentan con alternativas seguras y eficaces a la metadona, como la buprenorfina".
