El Servicio Andaluz de Salud indemniza a un menor que perdió un testículo debido a un retraso en el diagnóstico

Actualizado: martes, 14 febrero 2012 17:05

MÁLAGA 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha indemnizado con 56.378 euros a un joven de Málaga, menor de edad en el momento de los hechos, que perdió uno de los testículos debido al retraso en el diagnóstico, según han informado desde la Asociación del Defensor del Paciente.

En 2009, el afectado acudió junto a sus padres al servicio de urgencias de un hospital de la capital con un "fuerte" dolor en el testículo izquierdo. Una vez allí, fue asistido por el médico de guardia, quien, tras examinarlo, estuvo consultando bibliografía médica antes de emitir un diagnóstico, "observando cómo el facultativo ojeaba durante largo rato un manual dando la impresión de no encontrar respuesta a lo que buscaba".

Finalmente, explican desde esta asociación en un comunicado, el facultativo aseguró que se trataba de una infección de orina y que era necesario realizar un análisis. Además, prescribió al paciente un antibiótico y un analgésico, así como "seguimiento por su médico".

Aliviado el dolor por el efecto de los medicamentos durante unas horas, volvió a aparecer, extendiéndose al bajo vientre, por lo que acudieron de nuevo al mismo centro de salud, donde fue atendido por otro médico, quien, sin realizarle pruebas radiológicas, apuntó que "el dolor era lógico y que tenía que esperar a que el antibiótico hiciera efecto", según indican.

Tres días más tarde, el joven, que continuaba con fuerte dolores, acudió a su médico de cabecera. El facultativo consideró que no era una infección de orina, pero, "ante la duda", le volvió a mandar antibióticos y le citó una vez concluido el tratamiento. Cuando regresó a la consulta, el facultativo le dio pase urgente para el Servicio de Urología, puesto que los síntomas no remitían y tenía inflamación.

TESTÍCULO INFARTADO

Una vez atendido por el especialista, éste le informó de que el testículo estaba infartado. No obstante, el menor decidió consultar a un urólogo particular, quien, después de pruebas diagnósticas, le confirmó la torsión testicular.

El joven acudió de nuevo al Servicio de Urología del hospital, donde le indicaron que lo mejor era extirparlo y colocar una prótesis. Unos tres meses más tarde, el menor fue ingresado en otro centro de la provincia de Málaga. Durante la intervención, se le ocasionó una quemadura con el bisturí eléctrico, causándole una herida y postilla que se abrió posteriormente, dejando a la vista el implante interior.

Tras el análisis del testículo extirpado, se confirmó que la causa de su pérdida fue una torsión y no una infección, como erróneamente le diagnosticaron en su primera visita a Urgencias, han indicado, al tiempo que han señalado que, más tarde, el menor tuvo que ser intervenido de nuevo para extraerle la prótesis al producirse rechazo de la misma.

Ante esto, se considera que ha existido una actuación "negligente" debido a la falta de realización de pruebas diagnósticas y al error en el diagnóstico y tratamiento aplicado, siendo intervenido el menor "cinco meses después de presentar los primeros síntomas cuando la lesión era irreversible". A ello se añade la segunda intervención a la que tuvo que ser sometido y la herida causada en la primera operación.