MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha elogiado que el próximo 1 de enero de 2022 entre en vigor la 11 Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo haga incluyendo al ictus como una de las enfermedades del sistema nervioso y no del aparato circulatorio.
"El hecho de que, hasta la fecha, la OMS y sus países miembros clasificaran el ictus dentro de las enfermedades circulatorias llevaba, en muchas ocasiones, a que se confundieran con las enfermedades del corazón. Y confundir las enfermedades cerebrovasculares con las enfermedades cardiovasculares ha generado problemas entre la población a la hora de identificar los síntomas de esta enfermedad, algo realmente peligroso porque tratar a tiempo un ictus es importantísimo", ha señalado el presidente de la SEN, José Miguel Láinez.
Este hecho, indica la sociedad científica, era un objetivo que la comunidad neurológica internacional llevaba años luchando para clasificar correctamente a la enfermedad por los problemas estadísticos que generaba y también por la confusión que creaba en la población a la hora de entender en qué consisten las enfermedades cerebrovasculares.
El ictus es la segunda causa de muerte en la población española (la primera en las mujeres), tal y como destaca la SEN, y la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto. En los últimos años el tratamiento del ictus en su fase aguda ha evolucionado de forma notable, la atención neurológica urgente y el tratamiento adecuado en Unidades de Ictus pueden reducir las consecuencias de esta enfermedad.
Sin embargo, hay un margen de tiempo muy limitado para comenzar el tratamiento, ya que el cerebro es muy sensible a la falta de flujo sanguíneo que produce el ictus y cuanto más se demore el paciente en buscar asistencia, peores pueden ser las consecuencias y su pronóstico. Por lo tanto, el ictus, es una urgencia médica y, ante la presencia de los primeros síntomas, debe ser tratado cuanto antes.
"Los síntomas del ictus generalmente se producen de forma brusca e inesperada y los principales son: alteración brusca del lenguaje, pérdida brusca de fuerza o sensibilidad habitualmente localizada en un lado del cuerpo, alteración brusca de la visión, perdida de coordinación o equilibrio y/o dolor de cabeza muy intenso y diferente a los dolores de cabeza habituales", ha explicado la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, Mar Castellanos.
Otro de los problemas que generaba la antigua clasificación de la OMS, es que dificultaba y producía confusión en los análisis estadísticos. Al clasificar de manera correcta las enfermedades cerebrovasculares, las cifras de personas afectadas pueden ser más precisas y estas enfermedades pueden lograr una mejor atención.
"El sistema de clasificación de la OMS tiene un gran impacto en cómo asignan los gobiernos los fondos económicos a la investigación, a los tratamientos y a las infraestructuras hospitalarias. Y si las cifras no se registran de manera correcta o se incluyen por error dentro del grupo de las enfermedades cardiovasculares, también es muy difícil llevar a cabo campañas de información general que permitan fomentar el conocimiento de las enfermedades cerebrovasculares por parte de la población", ha comentado el presidente.
En el caso de España, según datos de la SEN, unas 110.000 personas sufren un ictus cada año, de los cuales al menos un 15 por ciento fallecerán y, entre los supervivientes, en torno a un 30% se quedará en situación de dependencia funcional. Unas cifras que se prevén que se incrementen un 35 por ciento en 2035 debido, en gran parte, al aumento de la esperanza de vida de la población.
"El impacto que tiene el ictus en España y el que se prevé que tendrá en un futuro próximo, justifica la necesidad de optimizar la asignación de recursos para la investigación, prevención, tratamiento y rehabilitación de los pacientes con ictus, con el objetivo de reducir el impacto de esta enfermedad. Creemos, por lo tanto, que esta nueva CIE es una gran noticia para los pacientes", ha concluido Mar Castellanos.