La Fundación Kovacs ha desarrollado un programa que permite estimar la probabilidad de mejoría su se realiza una intervención NRT
MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El seguimiento sistemático en el Sistema Nacional de Salud de tratamientos no farmacológicas durante la práctica clínica de rutina, ayudaría a predecir la probabilidad de mejoría del paciente, además de que reduciría los costes y mejoraría el control del dolor, según un estudio presentado este miércoles realizado por la Fundación Kovacs.
El estudio, que ha sido publicado en la revista 'The Sine Journal', ha contado con la participación de 9.023 pacientes tratados durante 8 años en los Servicios de Salud de Madrid, Cataluña, Baleares, Asturias y Murcia, a los que se les ha realizado un seguimiento tras una intervención neurorreflejoterápica (NRT) - indicada para paliar las dolencias del cuello y la espalda- en el
Sistema Nacional de Salud (SNS).
"El objetivo es poder personalizar para cada paciente, identificar aquellos pacientes que más probablemente mejoren con los tratamientos; si se generaliza puede verse en aquellos tratamientos que tienen mas visos de funcionar en cada caso concreto", ha señalado a Europa Press el doctor Francisco M. Kovacs, coautor del estudio y director del Departamento Científico de la Fundación Kovacs.
En definitiva se trata de medicina personalizada, de modo que se busca "garantiza que se puede tratar exclusivamente a aquellos pacientes que sabemos que van a evolucionar bien con un determinado tratamiento", al tiempo que "se evitan los riesgo secundarios en aquellos pacientes que sabemos que las probabilidades de mejoría son bajas".
Además, "evita los costes asociados a un tratamiento al no aplicarlo en los pacientes que sabemos que la mejoría no va a existir". Por eso, destaca la importancia de poner en marcha las herramientas que puedan ayudar a validar ciertas prácticas intervencionistas, "muchas agresivas", en algunas áreas de la medicina que se realizan sin conocer hasta qué punto pueden ser válidas para un determinado paciente.
Actualmente, afirma, "se trabaja a ciegas doblemente", por una parte algunos tratamientos carecen de ensayos clínicos que demuestren que son eficaces -pese a que se aplican-, además en el SNS no se recogen los resultados de la práctica clínica.
Por tanto, "somos ciegos con relación a si el tratamiento funciona o no y somos con relación a que pacientes tiene más sentidos aplicarlos". Esto genera un gran gasto al sistema sanitario y, además, puede ocasionar al paciente diversos efectos secundarios, además "recoger sistemáticamente datos sobre cómo funcionan en los pacientes ayudaría a individualizar en el futuro las indicaciones mejor"
"Es factible", afirma contrariado por la falta de herramientas que ayuden precisamente a predecir cuándo una intervención, infiltración, cirugía o cualquier otra acción farmacológica, no va a tener los resultados esperados en el paciente.
En su opinión, "tendría sentido en aquellos tratamientos que carecen de evidencia científica sobre su eficacia y se están aplicando, y en aquellos tratamientos con mayor riesgo por ser más intervencionista o agresivos y pueden exponer al paciente a riesgos mayores".
"Durante muchos años se ha creído que era imposible en la práctica clínica del SNS implantar mecanismos de vigilancia post implantación para tecnologías no farmacológicas, este estudio demuestra que es posible; y a partir de aquí se podrá discutir si hay voluntad o rigor suficiente para hacerlo, pero posible es", ha añadido.
A su juicio, "es necesario desarrollar herramientas objetivas que permitan cuantificar la probabilidad que existe en cada paciente para evitar someterle a tratamientos inadecuados y, a la inversa, aplicarles aquellos que en su caso concreto van a ser eficaces".
Ana Royuela, investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y de la Unidad de Bioestadística Clínica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de Madrid, y primera autora del estudio, ha destacado que permite a los pacientes conocer con antelación la probabilidad que tienen de que este tratamiento sea efectivo en su caso concreto.
"Eso les permitirá cotejar mejor ese pronóstico con los efectos secundarios o los riesgos que conlleva el tratamiento -aunque en este caso sean leves-, y contar con la información necesaria para participar junto con su médico en las decisiones terapéuticas que les afectan", ha añadido.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos-Organización Médica Colegial (OMC), doctor Juan José Rodríguez Sendín, señala que "disponer de datos detallados, fiables y transparentes sobre todas las tecnologías sanitarias, permitiría mejorar la eficiencia del Sistema Nacional de Salud, al aplicar a cada paciente los tratamientos que van a ser más apropiados en su caso concreto".
NRT, ÚNICO TRATAMIENTO SOMETIDO A VIGILANCIA
Los datos recogidos por los mecanismos de vigilancia post-implantación de la intervención NRT en esos Servicios de Salud se han usado para determinar el valor de los factores que predicen la respuesta clínica de los pacientes tratados con esta tecnología.
Actualmente, explica, es el único tratamiento para las dolencias de la espalda para el que se puede establecer un pronóstico individualizado basado en un estudio científico riguroso, en el que ha participado un número ingente de pacientes tratados durante años en la práctica clínica habitual de varios Servicios de Salud.
Los modelos predictivos permiten cuantificar por separado la probabilidad de que, tres meses después realizar una intervención NRT a un paciente concreto, se haya producido una mejoría relevante o completa de su dolor raquídeo (cervical o lumbar),
dolor irradiado (al brazo o la pierna) e incapacidad, individualizando su pronóstico según 35 características clínicas, radiológicas, demográficas y sociales.
Los modelos predictivos han demostrado ser válidos y tener una buena calibración; es decir, lo que predicen coincide con lo observado en la realidad. Así, estos modelos pueden usarse para predecir de manera fiable cuál será la evolución de cada paciente individual tras ser intervenido, permitiendo que el paciente y su médico individualicen la decisión con respecto a la idoneidad de aplicar este tratamiento en su caso concreto.
"Hemos descubierto que el pronóstico de cada paciente se asocia a 35 variables distintas", esto es precisamente lo que va a ayudar al médico a valorar objetivamente en su consulta la situación del pacientes "y determinar en cada paciente su pronostico".
"Probablemente no fuera el mejor ejemplo porque esta tecnología ya había demostrado que era eficaz, pero se ha hecho específicamente porque es la única tecnología sobre la que había datos que analizar", explica.
Para facilitar el uso de estos resultados en la práctica clínica habitual, la Fundación Kovacs ha desarrollado un programa informático que permite estimar la probabilidad de mejoría de cualquier paciente al que se plantee realizar una intervención NRT. Este
programa está disponible de manera libre y gratuita en 'www.pronosticoNRT.es'.