MADRID 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha calificado de "plenamente injustificado" el copago de fármacos de dispensación hospitalaria a pacientes que no están hospitalizados ya que, a su juicio, es una medida que plantea "dificultades" en su aplicación y, además, "no contribuye" a racionalizar el consumo ni sirve como instrumento de financiación adicional.
"El copago anunciado por el Ministerio de Sanidad, que obligará a los asegurados a abonar un 10 por ciento del precio de los medicamentos hasta un máximo de 4,20 euros por cada envase dispensado, carece del efecto disuasorio que pueda buscarse en las oficinas de farmacia. No entramos a juzgar la validez del copago como herramienta que puede mejorar la eficiencia, pero en este caso, el posible efecto disuasorio que puede tener está muy escasamente justificado y presenta problemas en su diseño y aplicación. Este tipo de medidas deberían estar bien valoradas, contrastadas y basadas en un análisis de las consecuencias que se derivan de las mismas", ha comentado el presidente de la SEFH, José Luis Poveda.
Así, ha recordado que los medicamentos disponibles en los hospitales se someten, de forma previa a su utilización, a una evaluación exhaustiva y participativa de la evidencia que avala su efectividad y su seguridad, de forma que se garantice la disponibilidad de los medicamentos de más alto valor terapéutico y en los que el beneficio coste/efectividad sea "más favorable".
Por este motivo, Poveda ha insistido en que "no tiene sentido" buscar la finalidad de modular la demanda, debido a las "estrictas" indicaciones y graves patologías tratadas con estos fármacos. De hecho, ha proseguido, esta resolución crea una "distorsión" en la equidad de acceso a los medicamentos en grupos de pacientes, ya que, a su entender, para una misma indicación terapéutica, dependiendo de la prescripción, el paciente recibiría la medicación de forma gratuita o tendría que realizar la nueva aportación establecida.
"El copago en estos medicamentos podría dificultar el acceso e imponer barreras al tratamiento y, además, el resultado de esto puede conllevar una disminución de la adherencia y, por tanto, una disminución o falta de eficacia, no lográndose así el objetivo de la prescripción. Hablamos de medicamentos de alto impacto económico que están sujetos a criterios de utilización según protocolos clínicos del hospital. En ese sentido, nos preocupa que la introducción del copago influya en la implantación y seguimiento de protocolos o algoritmos de tratamiento, modificando los estrictos principios de la Medicina Basada en la Evidencia", ha precisado el experto.
Dicho esto, Poveda ha recalcado que para los farmacéuticos de hospital la eficiencia en el uso de estos fármacos no pasa por el copago, sino por disponer de directrices estrictas de prescripción, seguimiento y control de los mismos, así como en la prevención de efectos adversos, establecimiento de criterios de fallo terapéutico y de retirada de tratamientos que se establecen en las Comisiones de Farmacia y Terapéutica conjuntamente con los Servicios Clínicos.
"La aplicación de este copago requerirá modificar los circuitos de atención al paciente en el hospital. La resolución incorpora medicamentos tanto de diagnóstico hospitalario sin cupón precinto que los propios pacientes recogen y se administran en sus domicilios, como aquellos que se administran en el propio hospital en unidades de hospital de día por parte del personal del hospital, en cuyo caso, no hay acto de dispensación", ha apostillado.
Por lo tanto, según ha sugerido, en estos casos, se deberá modificar los circuitos actuales de tratamiento, ya que el paciente tendrá que acudir al servicio de farmacia hospitalaria para recoger la medicación que, luego le administrarán en otro punto del hospital "complicando y demorando innecesariamente" la atención a pacientes crónicos que deben acudir de forma frecuente y periódica al hospital.