MADRID 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha destacado este jueves el papel de la salud pública en la construcción de una sociedad "más libre, equitativa y respetuosa" con el colectivo LGTBIQ+.
Con motivo del Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, que se celebra el sábado 28 de junio, el Grupo de Trabajo sobre Género, diversidad afectivo-sexual y salud de la SEE reivindica los derechos de este colectivo y recuerda que la salud pública es "un espacio de inclusión", diverso y plural para construir una sociedad más libre y equitativa.
Desde la SEE recuerdan que este día, más allá de las celebraciones festivas, es una jornada para dar visibilidad a los prejuicios, la discriminación y la estigmatización a la que se enfrentan las personas LGTBIQ+ en todos los ámbitos: personales, laborales, educativos, sociales, sanitarios, etc.
En este sentido, señalan que en estos momentos los derechos de las mujeres y de las personas LGTBIQ+ están retrocediendo, algo que, a su juicio, se pone de manifiesto en los discursos de determinadas autoridades y representantes políticos que perpetúan un ambiente de odio institucionalizado. "Este clima de intolerancia y violencia impide y destruye el desempeño de programas de salud pública orientados a la prevención de la violencia de odio y al fomento de la igualdad y la equidad", apuntan.
FORMACIÓN DESDE LOS GRADOS UNIVERSITARIOS
Para hacer frente a esta situación, los expertos insisten en la necesidad de implantar modelos de atención sanitaria que reconozcan y respeten la diversidad afectivo-sexual y de género. Modelos que incluyan formación desde los grados universitarios para que los profesionales de la salud tengan competencias que les permitan comprender y atender adecuadamente las necesidades específicas de las personas LGTBIQ+.
Desde la SEE afirman que también es preciso implementar políticas de salud inclusivas, capaces de promover un entorno social y sanitario que respete y valore la diversidad, contribuyendo así a una sociedad más justa y equitativa. Para ello, aseguran que se debe garantizar el respeto a la diversidad y la protección de los derechos humanos, permitiendo la participación activa de la comunidad LGTBIQ+ en la planificación de los servicios de salud.
Asimismo, llaman a incorporar la perspectiva de género y diversidad a la investigación y las políticas sanitarias, reconociendo la interseccionalidad y la equidad en salud. No solo para visibilizar las desigualdades que existen, también para transformar las estructuras que las perpetúan.
Para ello, recuerdan que la salud pública es un espacio transformador con capacidad de actuar sobre las causas estructurales de la discriminación de las personas, y un motor para construir una sociedad más libre y equitativa.
Este enfoque subraya la importancia de visibilizar y combatir las desigualdades estructurales de este colectivo, que se enfrenta a múltiples formas de discriminación por motivos de género, orientación sexual, clase social, etnia o discapacidad.