MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente primero de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y director gerente del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid, Modoaldo Garrido, ha destacado la necesidad de adaptar la gestión del sistema y de sus centros a un tiempo nuevo, facilitando la participación de los ciudadanos, de los pacientes y de los profesionales en la búsqueda de soluciones de consenso a favor del buen gobierno.
"En base a esto, la transformación del sistema debe adaptar éste al cambio del patrón de morbimortalidad, es decir, al avance de la cronicidad", ha apostillado, para comentar que ello conlleva el rediseño de la estructura organizativa asistencial del sistema, la normalización en la gestión de los procesos asistenciales, asegurar la incorporación de la innovación en todas sus facetas para mejorar la calidad de la prestación y disminuir el riesgo de los pacientes, promover la calidad de la capacidad formativa del sistema y mantener la capacidad investigadora de los centros.
Asimismo, ha abogado por reflexionar sobre los nuevos resortes que han de impulsar el modelo sanitario español hacia una renovación, teniendo en cuenta la incorporación de todos los elementos que nuestra sociedad demanda en un momento de crisis económica y, sobre todo, existencial.
"Es por eso por lo que los valores nos marcan el rumbo", ha enfatizado la directora gerente del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, miembro de la Junta Directiva de Sedisa y coordinadora de las V Jornadas de Gestión Sanitaria '18 ideas transformadoras para un presente retador', María Dolores Acón.
Ahora bien, a juicio de los expertos, para que la transformación sea viable, el sistema debe mejorar el grado de autonomía de los niveles de la meso y de la microgestión y asegurar el control en el desarrollo del proceso, la transparencia en la gestión y la lucha contra los conflictos de interés.
"Para ello, es fundamental profesionalizar la función directiva y el nombramiento por parte de los Órganos de Gobierno de los responsables de los centros y de las unidades asistenciales en procesos participativos donde la igualdad, el mérito y la capacidad queden asegurados", ha enfatizado Garrido.
Asimismo, el sistema debe avanzar hacia la gestión clínica, que no es más que la participación activa de los profesionales en la gestión de sus organizaciones, para lo que deberían generarse adaptaciones en la normativa vigente en el ámbito laboral que permitieran agilizar la gestión de las personas mejorando la capacidad de incentivación a los profesionales más comprometidos, así como hacia la integración de niveles asistenciales, sanitarios y de lo social considerando el problema de salud del ciudadano el verdadero centro de la acción.
Por otra parte, la innovación, desde un punto de vista estratégico y transversal, ayuda a la transformación y, además, desde la gestión sanitaria se debe trabajar para hacer posible la incorporación de la innovación en lo que corresponde a asegurar la adquisición de fármacos y del equipamiento tecnológico necesario para avanzar en las mejoras que conlleven aumentos en la esperanza y en la calidad de vida de los pacientes y, a ser posible, que las decisiones sean encomendadas a un organismo autónoma que tome decisiones vinculante para el SNS y sus centros.