MADRID 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha instado al Ministerio de Sanidad y a las Comunidades Autónomas a cumplir con el Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027, aprobado en abril en el marco del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), y ha reclamado el desarrollo de programas específicos de prevención y apoyo a las enfermeras.
Así, SATSE ha considerado que "no se está cuidando a las personas que cuidan" y que, sobre todo tras la pandemia de Covid-19, las enfermeras se han convertido en un colectivo profesional "especialmente vulnerable" por sus "difíciles" condiciones laborales, tal y como "concluyen" sucesivos estudios y encuestas, en los que se muestra que un alto porcentaje ha sufrido o sufre problemas de salud mental relacionados con el trabajo.
La organización sindical ha aludido igualmente a la "excesiva y permanente sobrecarga" laboral de las enfermeras, que también trabajan a turnos y por las noches, se enfrentan a agresiones físicas o verbales en el mismo entorno laboral, tienen dificultades para la conciliación y sufren una elevada temporalidad y falta de estabilidad.
Además, ha subrayado que las enfermeras también se exponen a otros riesgos laborales de carácter biológico, químico, físico, mecánico y ergonómico, pudiendo provocarles estrés, ansiedad, fatiga, temor, angustia, insomnio, irritabilidad, baja autoestima o depresión, entre otros problemas.
Del mismo modo, ha recordado la existencia de un problema "menos conocido pero cada vez más preocupante", como lo es el trauma secundario que afecta cada vez más a las enfermeras, y que consiste en un desgaste psicológico y emocional que provoca estar en estrecho contacto con las emociones de otras personas que viven situaciones de sufrimiento y dolor, y que conlleva un gran número de síntomas emocionales, fisiológicos, cognitivos y conductuales.
Es por ello por lo que SATSE ha urgido a las diferentes administraciones a implantar medidas concretas que fomenten la prevención, detección y seguimiento del profesional, y que incluyan una "correcta y periódica" evaluación de los puestos de trabajo por parte de los servicios de prevención de riesgos.
"El problema actual, resalta, es que estos servicios suelen actuar cuando ya ha surgido un problema, no de manera preventiva, y su labor se centra en los riesgos físicos y prácticamente no se tienen en cuenta los de carácter psicosocial. Resulta necesario, además, aumentar el número de profesionales que trabajan en estos servicios porque, en la actualidad, están infradotados", ha añadido SATSE.