MADRID 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El sindicato de Enfermería (Satse) va a entregar este jueves, 3 de octubre, en la Oficina del Censo Electoral, encuadrada en el Instituto Nacional de Estadística (INE), las firmas necesarias para que la Ley de Seguridad del Paciente, que ha impulsado a través de una iniciativa legislativa popular (ILP), pueda ser debatida en el Congreso de los Diputados.
La organización ha agradecido públicamente el apoyo demostrado por cientos de miles de ciudadanos y de enfermeras y fisioterapeutas, así como otros profesionales sanitarios, que han firmado la iniciativa legislativa popular al coincidir con la organización sindical en que España debe tener una ratio adecuada de pacientes por cada enfermera o enfermero al ser la única forma para garantizar una atención segura y de calidad.
A lo largo de los meses que ha durado la recogida de firmas, incluida dentro de la campaña 'Ley de ratios enfermeras. La Sanidad que merecemos', los delegados de Satse han informado a todos los interesados sobre la realidad actual en el sistema sanitario en cuanto a la dotación de plantillas de Enfermería, explicándoles que, mientras en España hay cinco enfermeras para atender y cuidar a 1.000 ciudadanos, la media europea es de casi nueve.
Además de ciudadanos, enfermeras y otros profesionales sanitarios, responsables públicos, como consejeros de Sanidad, alcaldes, concejales o presidentes de Diputación Provincial, así como representantes de distintos partidos políticos, han firmado la iniciativa legislativa popular promovida desde la organización sindical.
En caso de ser aprobada en la próxima legislatura en el Congreso de los Diputados, España se convertiría en el "primer país europeo y uno de los primeros del mundo" en garantizar por ley una ratio segura y adecuada de pacientes por cada enfermera en todos los hospitales, centros de salud y el resto de centros sanitarios y sociosanitarios, tanto públicos como privados.
Esta norma conllevaría, por ejemplo, la disminución de la incidencia de efectos adversos y de las demoras en la atención sanitaria y contribuiría a evitar las infecciones nosocomiales y otras complicaciones con el objetivo último de reducir las tasas de mortalidad entre los pacientes.
De manera paralela, prosigue la organización sindical, acabaría con las "altas tasas" de estrés, ansiedad y otras consecuencias para su salud que sufren las enfermeras de forma "permanente por la excesiva sobrecarga laboral".