MADRID 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha subrayado que la actividad física programada con fines terapéuticos para tratar determinadas patologías debe ser realizada por los fisioterapeutas para garantizar una atención adecuada y segura, y no por profesionales no sanitarios, como es el caso de los educadores físico deportivos.
De este modo el sindicato comparte la postura del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas (CGCFE), y muestra su apoyo con la participación en las concentraciones convocadas en Andalucía y Canarias para solicitar al gobierno autonómico que incluya a los fisioterapeutas en sus planes de prescripción del ejercicio físico.
Estos planes contemplan que los pacientes sean derivados a unidades formadas por equipos de educadores físico deportivos que se encargarán de tutelar la práctica deportiva que requiera cada persona. El Sindicato subraya que, en el caso de que cualquier persona necesite ejercicio físico para mejorar su condición patológica, "debe ser el fisioterapeuta el profesional que indique, programe e implemente el programa de ejercicio terapéutico necesario".
Del mismo modo, en el momento en el que el paciente recibe el alta de fisioterapia, el servicio de fisioterapia de Atención Primaria es el encargado de monitorizar la denominada 'receta deportiva', apuntan desde la organización sindical.
SATSE reitera que, cuando cualquier persona requiera pautas de actividad física para su tratamiento, es necesario apostar por el trabajo de los profesionales sanitarios y respetar siempre las competencias de cada colectivo en base a la normativa vigente.
Asimismo, resalta la importancia del deporte para el mantenimiento y mejora de la salud de las personas, pero incide en que la seguridad del paciente en la práctica del ejercicio físico debe ser prioritaria para todas las administraciones públicas.
Por último, reclama un aumento de las plantillas de profesionales de Fisioterapia en la sanidad pública, porque su presencia es residual en los diferentes servicios de salud, lo que conlleva largas listas de espera y el incremento de los riesgos para la salud de las personas afectadas.