Santamaría señala la doctrina del TC y la autorización de los padres como ejes de la reforma

Actualizado: viernes, 10 mayo 2013 18:48

MADRID 10 May. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha hecho alusión a la doctrina del Tribunal Constitucional (TC) y a la vuelta de la autorización de los padres en el caso de que las menores de edad se vean abocadas a abortar como "elementos fundamentales" de la futura reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.

"El Ministerio de Justicia es el órgano al que le corresponde la elaboración de esa norma y está en el proceso de su redacción --ha detallado Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros--. Los elementos fundamentales" de la reforma son los que hemos venido manteniendo siempre: la doctrina del TC y la autorización, y sobre todo, participación de los padres".

Preguntada sobre si quitar el supuesto de malformación para abortar no sería un elemento fundamental para el Ejecutivo, Santamaría ha señalado que "lo que este Gobierno está estudiando es la Convención de Derechos de las personas con Discapacidad de las Naciones Unidas que España ratificó en abril de 2008 y los compromisos que supone esa Convención respecto al tratamiento de esa cuestión". "Ese es el punto en el que estamos", ha reiterado.

En todo caso, ha insistido en que los elementos fundamentales en los que el Gobierno ha venido trabajando son, de un lado, el respeto a la jurisprudencia del TC conforme a la primera Ley del Aborto inicial que estuvo vigente hasta la pasada legislatura y, en segundo lugar, un elemento que no forma parte de esa doctrina pero que es importante y es cumplir el compromiso de que los padres puedan participar en la decisión sobre los abortos de menores de edad, entre los 16 y los 18 años.

Asimismo, preguntada en reiteradas ocasiones por el supuesto sobre malformación del feto, la vicepresidenta ha insistido en que "el ministerio está analizando la convención, analizando también la doctrina del TC sobre la regulación del aborto que existía y existe en España y, dentro de esa regulación, pues establecer la mejor manera posible para tener presente ambos equilibrios".

Santamaría ha recordado que "en la legislatura pasada se aprobó un cambio en la Ley del Aborto que fue, digamos por decirlo de alguna manera, novedoso para todos porque no formaba parte del programa de ese Gobierno y no se había modificado en la legislatura anterior y suponía un cambio respecto al modelo que el TC había considerado acertado en nuestro país".

"En este modelo --ha continuado Santamaría-- la regulación del aborto analizaba dos supuestos: la situación de la madre y la del nasciturus y buscaba un equilibrio entre dos bienes jurídicamente protegidos porque ese es el término jurídicamente correcto. En segundo lugar, estableció una regulación que establecía que las menores de 16 años pudiesen abortar sin conocimiento ni participación de los padres y nosotros dijimos que no estábamos de acuerdo, por eso se planteó el recurso, con las argumentaciones jurídicas que yo le estoy diciendo"

DEBATE SERENO CON ARGUMENTOS JURÍDICOS

La vicepresidenta también ha hecho alusión a las diferentes declaraciones realizadas a lo largo de esta semana sobre la reforma de la ley. "No me corresponde a mí valorar las posiciones de los grupos parlamentarios pero este Gobierno lo que quiere es trabajar por un sistema en que el que los dos bienes jurídicamente protegidos, madre y nasciturus, lo sean de acuerdo con la doctrina que ha dicho el TC y si es posible que las menores de 16 años tengan la asistencia de sus padres en ese momento".

En cualquier caso, ha querido dejar claro que "la cuestión del aborto es un fracaso y es un fracaso de todos y tenemos que hacer mucho porque no creo que sea un momento de la vida que a uno le sea grato".

Por este motivo, ha pedido "hacer un debate sereno con argumentos jurídicos y serios". "En este debate tenemos que ser todos muy rigurosos y hacerlo además con la adecuada sensibilidad", ha apostillado.