MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno ha rechazado la solicitud de MyBlu Spain S.L. para que se retire o modifique la campaña institucional del Ministerio de Sanidad 'El tabaco ata y mata. En todas sus formas', presentada el pasado mes de septiembre, que alerta sobre los riesgos que conlleva el uso de los cigarrillos y los nuevos productos de tabaco, con referencia a los cigarrillos electrónicos, los vapeadores y las cachimbas o pipas de agua, por lo que la sociedad no descarta recurrir a los tribunales, afirman en un comunicado.
Según la compañía, la contestación oficial por parte de la Comisión de Publicidad y Comunicación Institucional de Presidencia del Gobierno "reconoce efectivamente que los dispositivos para vapear no son tabaco", pero se ha desestimado la solicitud de cesación o rectificación de la citada campaña, que solicitaban por estimar que transmite "mensajes falsos al considerar el vapeo como un acto de consumo de tabaco".
MyBlu apunta que, en su respuesta, el Gobierno aporta un informe del Ministerio de Sanidad que califica los cigarrillos electrónicos como "productos relacionados" con el tabaco, sin llegar a considerar que sean tabaco, tal y como consideran que da a entender la campaña. Sanidad justifica el contenido de la campaña y la confusión que denuncia MyBlu "por necesidades propias del lenguaje y su carácter limitado no puede tener carácter exhaustivo sino de tipo sintético", añaden.
En su comunicado, MyBlu reconoce la plena legitimidad del Ministerio de Sanidad a desarrollar campañas institucionales para alertar de los riesgos para la salud que se derivan del consumo del tabaco y a "informar veraz y rigurosamente de posibles incidencias en la salud del uso del cigarrillo electrónico con la dosis reglamentaria de nicotina, que la normativa española europea delimita muy claramente, y de los distintos productos que se utilizan en la deshabituación del tabaco. Pero resulta inadmisible --añade-- que en un asunto tan esencial como el que afecta a la salud se mienta y se anteponga el criterio publicitario a los datos científicamente demostrados".
Pero consideran que se crea una "confusión" que constituye "un ataque muy grave a la industria del vapeo, que genera empleo y riqueza, a la vez que en España y Europa sigue los más altos estándares de información y el más escrupuloso respeto a la legalidad. Al comparar el vapear con fumar e identificar el vapeo con otras formas de consumo muchísimo más perjudiciales para la salud, como es el tabaco, se incurre en un acto de denigración institucional de incalculables consecuencias", prosigue la nota.
Por ello, la sociedad insiste en que vapear no es fumar. "El vapeo puede tener o no nicotina, pero nunca tabaco. Uno de los objetivos de buena parte de los usuarios de los cigarrillos electrónicos es dejar el tabaco, por lo pueden incorporar una cantidad reglamentaria de nicótica, siempre inferior a la del tabaco, para combatir la ansiedad durante el proceso de deshabituación", explican.