MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad ha redactado un borrador en el que propone "antes del año 2023" incrementar los impuestos de los cigarrillos y sus derivados, aumentar los lugares libres de humo para que no se pueda fumar en los coches o fijar un empaquetado genérico en las cajetillas.
Así consta en el 'Plan de Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025', al que ha tenido acceso Europa Press, y que los expertos del Ministerio han enviado a sociedades científicas y CCAA para que realicen aportaciones antes del 15 de diciembre.
Fuentes sanitarias precisan a Europa Press, no obstante, que se trata de un documento "técnico" y "muy preliminar", que aún tiene que recibir las aportaciones tanto del sector sanitario como del jurídico, por ejemplo, en vista de las restricciones que podría imponer la nueva norma.
El objetivo de la nueva Ley Antitabaco, sin actualizar desde 2010, es que España alcance la meta fijada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de conseguir "una reducción relativa al 30 por ciento en el consumo de tabaco para el año 2025", frente a los datos que se tenían en 2010.
En suma, Sanidad apuesta por conseguir bajar en un tercio en 2030 la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles (ENT), como patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedad respiratoria crónica, junto con reducir las tasa de fumadores diarios un 5 por ciento para 2040, especialmente en los jóvenes de 14 a 18 años, donde se pretende llegar hasta el 7 por ciento.
En el caso de los jóvenes de 15 a 24 años, el objetivo es reducir su consumo en un 20 por ciento. "Es factible siempre y cuando se pongan en marcha cuanto antes las medidas recogidas en este plan integral que supondrán la base de la política nacional sobre tabaquismo", explica el documento.
La principal medida que recoge el borrador es "impulsar la revisión de la fiscalidad para lograr un incremento y aproximación del precio de todos los productos del tabaco y de los dispositivos de calentamiento utilizados para su consumo", así como "promover que se graven los cigarrillos electrónicos con impuestos especiales". Esta medida, si finalmente se llevase a cabo, conllevaría un importante aumento del precio de los cigarrillos.
Igualmente, se recoge incrementar los espacios libres de humo, en los que se igualaría a los cigarrillos convencionales con los electrónicos o con los productos de tabaco calentado. El punto central son "los espacios exteriores", en referencia a las terrazas de la hostelería, donde los expertos han advertido que no se cumplen en su mayoría las restricciones de no fumar.
Otro de los espacios sin humo que se contemplan son los vehículos particulares o los parques infantiles. "España volverá a ser pionera, como ya fue gracias a la modificación de 2010, ofreciendo un reconocimiento especial de protección en espacios sensibles como son las zonas de juego infantil y su entorno", detalla el borrador.
El empaquetado genérico de las cajetillas es otra de las reivindicaciones históricas de las organizaciones de lucha contra el tabaquismo, y también se contempla en esta nueva norma. En concreto, se apuesta por "adoptar medidas ya implementadas por otros países del entorno europeo, como el empaquetado genérico, que son avaladas por la experiencia y ampliamente solicitadas por las sociedades médico-científicas".
Con el objetivo de seguir asimilando los productos de tabaco tradicionales con los nuevos, la nueva norma también propone "equiparar por ley la publicidad, promoción y patrocinio de productos relacionados y nuevos productos a la existente para productos del tabaco". En la misma línea, Sanidad quiere regular mejor la venta y el consumo de productos relacionados con el tabaco, ya sean "con o sin nicotina", así como eliminar los sabores y aromas que enmascaran el sabor propio del tabaco en combustión.