MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad y Consumo considera "previsible" un aumento de la incidencia de la lepra en España, debido al incremento de la inmigración de personas procedentes de zonas endémicas de esta enfermedad, que cuenta con un tratamiento efectivo desde los años ochenta y que resulta muy poco contagiosa en los países desarrollados, según un informe del Registro Estatal de Lepra, al que tuvo acceso Europa Press.
Precisamente hoy se celebra el Día Mundial contra la Lepra, un mal que provoca la discapacidad de 2 millones de personas en todo el mundo, a pesar de que existen medicamentos eficaces, principalmente por la marginación social y la falta de medios en las zonas más pobres del mundo, como Etiopía, que impiden a los afectados tratar la enfermedad a tiempo.
La lepra es una enfermedad que en España se considera práctica erradicada desde los años 90 y, según los últimos datos, tan sólo se han contabilizado 62 casos. En el último año, no obstante, se registraron 12 casos nuevos, de los cuales 8 corresponden a personas inmigrantes: Brasil (2 casos), Colombia (1 caso), República Dominicana (1), Guinea Ecuatorial (1), Mali (1), Senegal (1) y Somalia (1).
El informe de Sanidad (con fecha del pasado 23 de enero) señala que la prevalencia es similar a la de 2004 y que "los datos continuados de baja incidencia y evolución favorable de los casos con tratamiento adecuado debería disminuir" esta proporción. Sin embargo considera "previsible" un aumento de la incidencia y recuerda vigilar el "estricto cumplimiento" del tratamiento adecuado para conseguir la curación de cada enfermo y la disminución de la prevalencia en España.
ENFERMEDAD CURABLE Y POCO CONTAGIOSA
La ONG Fontilles --especializada en el tratamiento de esta enfermedad-- asegura que estos datos no pueden crear alarma social dado que en la actualidad la lepra es curable y muy poco contagiosa (especialmente en países prósperos como España). A pesar de ello, recomienda a los médicos que se asesoren ante la nueva realidad de la inmigración y la posibilidad de que puedan recibir algún caso de lepra en sus consultas. El primer síntoma es una mancha en la piel y falta de sensibilidad.
Max Ebstein, miembro de la directiva de Fontilles, coincide con Sanidad en la posibilidad de que la prevalencia de esta enfermedad aumente y recuerda a los médicos, especialmente a los dermatólogos, que todas las comunidades autónomas cuentan con servicios especializados en Medicina Tropical.
Fontilles prevé que los datos completos de 2005 arrojarán una cifra similar a la del año anterior (23 casos), teniendo en cuenta que la cifra publicada esta semana por Sanidad todavía es provisional, al falta de introducir la última mitad de 2005. En este sentido, Fontilles recuerda que en los años anteriores, las cifras no superaban los 8 casos.
CIFRAS MAQUILLADAS
Por otro lado, con ocasión de la celebración del Día Mundial contra la Lepra, esta ONG denuncia que los países en vías de desarrollo "tratan de reducir las cifras" que se registran en este país. Lo expertos avisan que esta situación puede provocar una reducción de las ayudas que reciben por parte de la Organización Mundial de la Salud y por extensión un incremento de los contagios y de la prevalencia de la enfermedad por la falta de atención a los pacientes.
Francisco Llorente, coordinador de un programa contra la lepra en Gambo (Etiopía), advierte del "peligro de que no se reconozca ni siquiera la existencia" de las personas que sufren esta enfermedad.
"Los gobiernos esconden los casos reales y realizan un fraude informativo", denuncia.
Según datos de la OMS, en las últimas dos décadas, 14 millones de personas se han curado gracias al tratamiento existen y en 2004, el número de casos ha disminuido un 21 por ciento. Sin embargo, los expertos señalan que esta disminución se ha producido principalmente en India, uno de los países de los que se sospecha que realice este "maquillaje" de cifras.
En cualquier caso, según los últimos datos, la lepra sigue presente en 114 países y en nueve de ellos constituye un problema de salud pública: Angola, Brasil, India, Madagascar, Mozambique, Nepal, República Central Africana, República Democrática del Congo y Tanzania.
DOS MILLONES DE DISCAPACITADOS
Por otro lado, la ONG Anesvad calcula que alrededor de dos millones de personas sufren problemas de discapacidad en todo el mundo a causa de la lepra, a pesar de que esta enfermedad tiene cura desde 1982. Más del 80 por ciento de los casos nuevos detectados se concentran en la India, Brasil, Madagascar, Angola, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Mozambique, Nepal y Tanzania.
Esta ONG denuncia que la marginación social y la falta de medios son los principales factores que impiden a las personas afectadas tratar la enfermedad a tiempo. Por este motivo, Anesvad propone un enfoque integral de este problema, orientado al paciente y teniendo en cuenta sus necesidades y no considerando únicamente datos epidemiológicos y poblaciones globales.
Anesvad también señala la importancia de facilitar que las regiones con un alto índice de nuevos casos de lepra incorporen en su sistema de salud acciones dirigidas a controlar la enfermedad.
ENFERMEDAD INFECCIOSA CRÓNICA
La lepra (también conocida como mal de Hansen) es una enfermedad infecciosa crónica que afecta fundamentalmente a la piel y al sistema nervioso Una vez contraída, los primeros síntomas consisten en una pérdida de sensibilidad y la aparición de manchas.
Posteriormente, los músculos sufren parálisis y con el tiempo se producen tumores por todo el cuerpo, la piel se arruga, se hincha y muestra una total insensibilidad al dolor y a cambios de temperatura.
Esta enfermedad, temida desde los tiempos bíblicos, llegó a Europa después de que los soldados de Alejandro Magno se lanzaran a la conquista de Oriente (siglo IV a.c.). La lepra actúa muy lentamente, pudiendo pasar hasta diez años hasta que se producen las primeras manifestaciones, por lo que, según los expertos, es difícil determinar cuándo y dónde se contrajo. Cuando los síntomas se agravan, aparecen parálisis, se ocasionan infecciones y puede llegar a destruirse el hueso o deformarse el rostro.
A partir de 1987, se empezó a aplicar de manera masiva el tratamiento de esta enfermedad (poliquimioterapia), lo que favorece la curación del 90 por ciento de los enfermos que lo reciben. No obstante, los expertos también destacan la importancia de la detección precoz, lo que posibilita tratar al afectado en los primeros momentos de la enfermedad, evitando que le queden secuelas físicas.