Será sometido a un proceso de información pública para que colegios y sindicatos puedan presentar alegaciones
SANTANDER, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Sanidad ya cuenta con un borrador del Plan de Prevención y Atención ante Incidentes Violentos en el Ámbito Sanitario, que la titular del área, María José Sáenz de Buruaga, ha presentado este domingo a los colegios de Médicos y Enfermería, y que pretende atender a un problema de "gravedad creciente".
Acompañada del gerente del Servicio Cántabro de Salud, Carlos León, la consejera del área, María José Sáenz de Buruaga ha recibido a sus presidentes, Tomás Cobo y Rocío Cardeñoso, respectivamente, para darles a conocer el borrador, que ahora será sometido a un proceso de participación pública para que colegios y sindicatos presenten sus alegaciones, según ha informado en un comunicado el Ejecutivo regional.
En este Plan se garantiza que los profesionales agredidos tenga acceso a una asistencia integral, tanto sanitaria como laboral y jurídica, por parte de las instituciones sanitarias.
OBJETIVOS DEL PLAN
El Gobierno de Cantabria ha explicado que el Plan "responde a una demanda" de los profesionales para poner a su disposición medidas y recursos para prevenir y afrontar la violencia en el trabajo y "minimizar" los efectos de las agresiones, "ofreciendo la vía más adecuada en cada caso" a través de asistencia jurídica, sanitaria y psicológica.
Entre sus objetivos, figuran el garantizar la asistencia sanitaria y jurídica a los profesionales víctimas de agresiones; reducir la conflictividad y mejorar la confianza y la seguridad en la relación profesional-usuario, además de conseguir que los sistemas de prevención y protección funcionen.
Se trata, según el Ejecutivo, de que los profesionales puedan trabajar "con eficacia" y que conozcan y utilicen las herramientas para prevenir y actuar ante un incidente violento.
INFORMACIÓN, CONCIENCIACIÓN Y ADECUACIÓN DE INFRAESTRUCTURAS
Para lograr sus objetivos, el Plan establece la puesta en marcha de medidas preventivas, como la información y concienciación de los profesionales sobre los factores de riesgo de incidentes violentos y sobre el manejo de situaciones conflictivas, y la adecuación de infraestructuras e instalaciones en los centros con mayor probabilidad de que ocurran, que se dotarán de timbres de alarma, salidas alternativas o videocámaras, entre otras fórmulas.
Según el Plan, los profesionales pueden solicitar la presencia de otros profesionales, para que actúen como ayuda o como testigos, o incluso alertar a las fuerzas de orden público.
Además, los profesionales podrán informar al responsable del centro de trabajo y cumplimentar la hoja de registro del incidente.
Posteriormente, el profesional que haya sido víctima de un incidente violento recibirá una asistencia integral, tanto de tipo sanitario (para tratar los efectos físicos o psicológicos de la agresión), como laboral (para no tener que seguir atendiendo al agresor, si así lo solicita), y también legal y jurídica.
En este sentido, el SCS ofrecerá a sus profesionales "todo el asesoramiento y la asistencia letrada necesarios" para emprender acciones por la vía administrativa (con el fin de lograr una sanción administrativa) o por la vía judicial, bien civil o bien penal.
Por su parte, los trabajadores de la red sanitaria privada podrán recurrir a los servicios jurídicos de los colegios profesionales.
LA "SÓLIDA IMPLICACIÓN" DEL GOBIERNO CON LOS SANITARIOS
Sáenz de Buruaga ha opinado que la entrega de este borrador plasma la "sólida implicación" y el "compromiso" que, a su juicio, tiene el Gobierno regional con los profesionales de este ámbito que, según ha dicho, son "el valor más importante" del sistema sanitario.
Según ha señalado, el "fin último" del Plan es "mejorar la calidad asistencial" que reciben los ciudadanos y "erradicar" unos incidentes que --ha recalcado-- "no deben formar parte de nuestros servicios de salud".
Por su parte, León ha mantenido que el Plan refleja la "apuesta firme" de la Consejería y el SCS por mejorar el funcionamiento del sistema sanitario para que siga siendo "de excelencia".
"Para ello es necesario que los profesionales desarrollen sus funciones en un ambiente seguro y que garantice una buena praxis", ha apuntado.
BIEN RECIBIDO POR LOS COLEGIOS DE MÉDICOS Y ENFERMERÍA
Por su parte, la presidenta del Colegio de Enfermería ha acogido el Plan de la Consejería, como "el más adecuado", pues considera "imprescindible tener un marco y un protocolo para saber cómo actuar en este tipo de situaciones".
Por su parte, Cobo, presidente del Colegio de Médicos, ha expresado su "satisfacción" al recibir el borrador del Plan, que, a su juicio, permitirá que los profesionales sanitarios "no queden desamparados ante las amenazas y las agresiones, y puedan contar con la ayuda, psicológica o jurídica, de las instituciones", y se ha "felicitado" de que éstas actúen "unidas" frente a un problema que, según ha dicho, es "común".
TENDENCIA "CRECIENTE"
El Plan de Prevención y Atención ante Incidentes Violentos en el Ámbito Sanitario tiene como fin frenar la tendencia creciente de este tipo de situaciones, que en 2012, en Cantabria, prácticamente duplicaron las cifras de años anteriores, según las notificaciones efectuadas a las gerencias del SCS.
Entre 2008 y 2012, los profesionales del sistema sanitario público comunicaron 321 incidentes violentos, de los cuales un 45 por ciento se produjo en Atención Primaria y el resto, en los hospitales de Laredo, Sierrallana y Valdecilla.
LAS AGRESIONES VERBALES, MÁS "FRECUENTES"
En Cantabria, según datos recogidos entre 2008 y 2012, las agresiones verbales (amenazas, insultos, injurias) suponen un 84% del total y el resto son agresiones físicas.
Los profesionales afectados con mayor frecuencia pertenecen al personal de enfermería (un 39%, con 126 notificaciones) y al personal médico (119 casos, un 37%), seguidos de los auxiliares de enfermería (14%) y otros.
En los cinco años analizados, las agresiones físicas fueron "significativamente más frecuentes" en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde alcanzaron un 41% del total, muy superior a la media del 16% que registra el conjunto de la región. En Atención Primaria, más del 90% son incidentes verbales.
Por ámbito laboral, las consultas son los lugares donde se producen incidentes violentos con mayor frecuencia (un 40%), seguidas de las plantas de hospitalización y los servicios de urgencia, con un 27% cada uno. Las urgencias son precisamente las que registran una mayor proporción de agresiones físicas (un 28% se producen en este entorno).
Al hilo de la presentación del borrador, la Consejería de Sanidad ha informado de que estudiará y valorará los posibles cambios legislativos para ofrecer mayor protección a los profesionales en materia de conciliación laboral o de tipificación de delitos, en lo que trabajará coordinadamente con el Ministerio de Sanidad y las instituciones competentes.
La elaboración de un mapa de riesgos y la creación de un registro de incidentes de violencia en el trabajo sanitario permitirán conocer en todo momento la situación real del problema y actuar en consecuencia. El análisis de la evolución de este tipo de incidentes correrá a cargo de una Comisión de violencia en el trabajo sanitario.