MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, ha presentado hoy una guía con "información realista, veraz y basada en la evidencia científica" sobre los riesgos del consumo de drogas, un libro del que se distribuirán cuatro millones de ejemplares que estarán disponibles desde mañana para todos los ciudadanos en gasolineras, centros comerciales, oficinas de correo y colegios de toda España.
El lanzamiento de esta iniciativa corrió a cargo del secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, y de la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, quienes destacaron como "un hito" que en la distribución de esta guía colaboren un total de 17 instituciones, entre ellas empresas como Carrefour, Repsol YPF o la Caixa; entidades sociales como las asociaciones de padres Concapa o Ceapa; ONG y grupos científicos.
"Esta colaboración tiene el valor añadido de que un buen número de empresas y entidades sociales, tanto del sector sanitario, como ajenas a éste, han decidido sumarse al unísono a los objetivos del Plan Nacional sobre Drogas", resaltó el secretario General de Sanidad, quien señaló también que, a través de la colaboración de asociaciones de padres y monitores de campamento, la información llegará de forma directa a los más jóvenes. Las comunidades autónomas colaborarán en la distribución dentro de sus respectivos territorios.
Martínez Olmos recordó que esta guía viene a cumplir "el compromiso adquirido por el ministro de Sanidad en su primera comparecencia ante el Congreso de los Diputados, de intesificar la información sobre drogas, haciéndola llegar al máximo número de ciudadanos y en el lenguaje más claro".
Según explicó el responsable de Sanidad, se trata de una guía escrita en castellano y centrada en explicar la composición, forma de consumo, mecanismo de acción, efectos, riesgos y consecuencias de consumir tabaco, alcohol, cannabis, cocaína, heroína y drogas de síntesis. El libro incluye consejos preventivos y dedica un capítulo a cada sustancia, al final del cual se desmienten "los mitos y falsas creencias" que existen en relación al consumo de cada sustancia.
CONTRA LOS "MOTIVOS" PARA CONSUMIR
El objetivo de esta información es, indicó el responsable de Sanidad, "familiarizar" a la población sobre el problema, "ayudar a padres y madres a entender cómo se produce el fenómeno" del consumo de drogas y facilitar a los jóvenes y adultos que consumen en momentos de ocio y diversión "la información precisa para que puedan ser conscientes del riesgo que asumen al usar esas sustancias".
Para Moya, el consumo de cocaína está protegido por el mito de que no causa daños a la salud, un pensamiento "muy común" en aquellas personas que utilizan la sustancia porque "la visualización del daño es más remota en el tiempo y para notar sus consecuencias, como afectaciones cardíacas, tiene que pasar más tiempo".
En este sentido se manifestó también Olmos, quien reconoció que el de cocaína es "uno de los consumos que más preocupan" a Sanidad y dijo que "un mito habitual es que las relaciones sexuales bajo los efectos de la cocaína son más satisfactorias".
"En muchas ocasiones, esta podría ser una de las motivaciones para utilizar y consumir. La realidad es que el consumo habitual de cocaína disminuye el deseo sexual, ocasiona problemas de erección y eyaculación en los varones y puede llegar a producir impotencia e infertilidad, estos son los datos de la evidencia científica", aclaró.
Según los datos de la Encuesta Escolar 2006-2007, este descenso ha sido especialmente significativo en el caso del cannabis y de la cocaína. La prevalencia del consumo de cannabis en los últimos 12 meses previos a la encuesta ha descendido en 6,8 puntos (29,8 por ciento, frente a 36,6 por ciento en 2004) y la de cocaína en 3,1 (4,1 por ciento frente a 7,2 por ciento en 2004).
Para alcohol y tabaco, las prevalencias de consumo han descendido incluso por debajo de las registradas en 1994. El consumo habitual (últimos 30 días) de alcohol se ha reducido en los últimos dos años en más de siete puntos y el de tabaco (fumadores diarios) en más de seis.