VALENCIA 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comunitat Valenciana ha prorrogado hasta el próximo 31 de enero la exigencia del llamado 'pasaporte Covid' para acceder a los lugares donde ya era obligado presentarlo y ha ampliado su uso a toda la hostelería y otros establecimiento en los que no es posible llevar la mascarilla de forma permanente para minimizar el riesgo de contagio por el crecimiento "exponencial" de esta sexta ola.
Así, figura en la resolución de la Conselleria de Sanidad que publica este jueves el DOGV, que entrará en vigor a las 00.00 horas de este viernes hasta las 23.59 horas del día 31 de enero de 2022 ante "el agravamiento de la situación": La Comunitat Valenciana se encuentra así en nivel de riesgo alto o alerta 3, fase de transmisión comunitaria sostenida y generalizada de difícil control y con alta presión sobre el sistema sanitario.
De este modo, se reclamará en todos los establecimientos de hostelería y ocio nocturno independientemente de su aforo dado que en estos espacios se está produciendo contagios con la misma intensidad; así como en todos los espacios que, sin ser de estos ámbito propiamente, la mascarilla no puede llevarse de forma permanente, como son aquellos eventos donde se dan servicios de comida o bebida.
Entre ellos, se incluye las sedes festeras, los servicios de catering en locales públicos o abiertos al público, los circos, los
cines donde hay servicio de palomitas, los servicios de restauración de los alojamientos turísticos y los centros diurnos de personas mayores.
Además, se exigirá en los festivales de música que se celebren en espacios cerrados y en espacios al aire libre donde no sea factible el uso de mascarilla de forma permanente; en las piscinas cubiertas, donde la mascarilla no puede ser utilizada permanentemente; y en
los gimnasios.
DESBORDAMIENTO DEL SISTEMA
Sanidad justifica este medida en que, aunque el impacto de esta sexta ola es mucho menor que en las anteriores gracias a la vacunación, el alto número de casos empieza a repercutir sobre el sistema asistencial que ya presenta "indicios de saturación" y "puede llegar a desbordarse si continúa la tendencia exponencial".
Así, el último informe de la Dirección General de Salud Pública, constata que la situación ha empeorado de forma "muy significativa" desde el último informe hace solo tres semanas y que todos los indicadores de nivel de transmisibilidad muestran este empeoramiento apuntando a una alta circulación del SARS-CoV-2.
En concreto, la incidencia acumulada a 14 días y a 7 días se ha cuadriplicado, la proporción de positividad se ha duplicado, y el número reproductivo básico se mantiene por encima de 1. "Todo ello es indicativo que la epidemia está sin control y que seguirá creciendo en los próximos días", se señala.
Por su parte, la hospitalización y el número de personas ingresadas en UCI se han incrementado un 135,38% y 183,01% respectivamente de manera que la capacidad hospitalaria se sitúa en riesgo medio para la hospitalización y riesgo alto para las UCI. Además, en Atención Primaria, los casos sospechosos atendidos suponen un 79,3% más que hace tres semanas y en Salud Pública "se hace del todo imposible el rastreo de todos los casos".
Además, señala que aunque los datos actuales sobre la gravedad de la infección asociada con la nueva variante Ómicron siguen siendo limitados, la evidencia hasta la fecha genera "preocupación de que pueda estar asociado con una reducción significativa en la efectividad de la vacuna contra la infección".
Incluso en el caso de menor gravedad de la infección/ enfermedad con Ómicron, señala que un aumento exponencial y pronunciado de los casos causados por esta variante dará como resultado un número creciente de casos con enfermedad grave.
"TORMENTA PERFECTA"
Asimismo, constata que todos los elementos llevan a calificar la situación actual de "tormenta perfecta" porque la epidemia en la Comunitat Valenciana, al igual que en España y en los países de nuestro entorno europeo, va a seguir creciendo debido al incremento de la movilidad y de la interacción social.
A ello, se une que la fatiga pandémica "se hace muy visible en la población donde se observa una relajación de las medidas"; una mayor circulación de los virus respiratorios en invierno que conllevan, por sí solos, una saturación de los servicios asistenciales; que el riesgo asociado a la propagación de la variante Ómicrón es muy alto, y que las vacaciones navideñas pueden aumentar todavía más las reuniones sociales.