MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, han detectado prácticas comerciales "engañosas" relacionadas con la venta a domicilio de aparatos de magnetoterapia de distintas marcas y modelos, a través de redes de venta establecidas por todo el territorio nacional.
Este tipo de aparatos está considerado como producto sanitario cuando se indica para el tratamiento de enfermedades o lesiones pero, según advierten, no deben usarse sin que exista una valoración previa por un médico especialista en la patología concreta que se quiera tratar.
En concreto, y según las notificaciones recibidas por la AEMPS, procedentes de particulares u organismos autonómicos, estas prácticas consisten en llamadas telefónicas, tipo operadora, a domicilios de particulares (principalmente personas mayores o discapacitados), a los que ofertan técnicas de magnetoterapia para el tratamiento de múltiples patologías, como lesiones o enfermedades agudas o crónicas, así como beneficios de mejora del rendimiento físico o intelectual, o incluso para la eliminación de arrugas.
Además, en muchos casos aseguran que la magnetoterapia está recomendada por el Ministerio de Sanidad por carecer de los efectos perjudiciales de los medicamentos.
Una vez efectuada la llamada, se concierta una cita a domicilio o en algún local acordado con los particulares para hacerles una demostración de la técnica con el aparato objeto de la venta y, según asegura Sanidad, las personas que realizan las demostraciones no tienen cualificación sanitaria.
La AEMPS ha detectado además que este mismo proceso comercial se oferta a través de Internet o en medios públicos de comunicación, tanto en prensa escrita como en radio.
Según recuerda el departamento de Leire Pajín, estos aparatos tienen la consideración de productos sanitarios y se encuentran sometidos a lo dispuesto por el Real Decreto 1591/2009, de 16 de octubre, por el que se regulan los productos sanitarios.
En este sentido, deben llevar el marcado 'CE' en su etiquetado e instrucciones de uso, acompañado de un número de cuatro dígitos que identifica al organismo notificado que ha intervenido en su evaluación.
Además, su utilidad debe ser valorada en el marco de un tratamiento por un médico especialista en la enfermedad concreta de que se trate, quien indicará esta técnica, supervisará su aplicación y realizará un seguimiento del paciente a efectos de la continuación o suspensión de los tratamientos.
Sanidad recuerda además que la aplicación de estos dispositivos puede no estar exenta de la aparición de reacciones adversas en grupos de población más sensibles o con determinadas patologías en las que está contraindicado su uso (como pacientes con enfermedades graves como tumores, hemofilia y también niños y embarazadas), lo cual confirma la necesidad de intervención de un médico para la utilización del producto con total seguridad.