La salud de los españoles, a salvo por ahora del cambio climático

Actualizado: martes, 16 marzo 2010 14:13

MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, asegura que el cambio climático no han tenido aún "ningún tipo de incidencia" en la salud de los españoles. Sin embargo, advierte de que, en los próximos años, podrían aumentar las muertes por ola de calor y las enfermedades infecciosas, como el dengue, la encefalitis o el paludismo.

"Los primeros efectos del cambio climático que se han empezado a percibir en nuestro país no han tenido ningún tipo de incidencia en salud", manifestó este martes Jiménez, durante la firma del protocolo marco del Observatorio de Salud y Cambio Climático, junto a su homóloga de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.

En este sentido, Jiménez señaló que los indicadores en salud de España son "de los mejores del mundo en todos los sentidos" y que este país tiene "una enorme capacidad de reacción y respuesta".

"Si detectamos que hay algún caso aislado de algún tipo de infección que no es originaria de nuestro país, tenemos capacidad para reaccionar y aislar el fenómeno", aseveró.

No obstante, Jiménez advierte de que el cambio climático es ya "una realidad en la cual tenemos la obligación de intervenir", pues los científicos advierten de que va a tener "un impacto significativo, lo está teniendo ya, en la economía, en el medio ambiente, y la salud".

"ALGUNOS EFECTOS ADVERSOS"

"Aunque todavía de manera muy incipiente, ya se están produciendo algunos de estos efectos adversos sobre la salud. Era inevitable que ocurriera, ya que el calentamiento global está afectando a elementos fundamentales para la salud humana, como son el aire, el agua o los alimentos", señaló la ministra de Sanidad.

Dice que el cambio climático está generando ya "efectos muy variados, sobre los que tenemos que estar muy alerta" y que afectan sobre todo a la región mediterránea, identificada "como una de las areas más vulnerables del planeta al impacto del cambio climático".

En concreto, en este area, el calentamiento global "está alterando ya el patrón de enfermedad asociado a distintos factores de riesgo físico y biológico, como son las temperaturas extremas, la contaminación atmosférica o las enfermedades infecciosas trasmitidas por vectores biológicos, a través agua o alimentos contaminados".

"En España debemos estar vigilantes frente a un posible aumento de enfermedad y mortalidad causado por las olas de calor, que serán más frecuentes en intensidad y duración en los próximos años", advirtió.

Asimismo, existe el riesgo de que aumenten las enfermedades infecciosas, como el dengue o la encefalitis causada por garrapatas, debido a "la extensión geográfica en nuestro país de agentes infecciosos localizados o la presencia de otros de origen subtropical, pero adaptados a sobrevivir en climas menos cálidos". "También podremos detectar algunos casos de paludismo", añadió.

No obstante, para Jiménez "muchas de las repercusiones sanitarias que se pueden intuir son perfectamente evitables o controlables mediante intervenciones de salud pública, tales como el control de vectores infecciosos, energía, transporte, aprovechamiento de la tierra y reordenación de recursos hídricos".

"ACORTAR LA ESPERANZA DE VIDA"

En este sentido trabajará el Observatorio de Salud y Cambio Climático, aprobado en 2009 y que se espera esté a pleno rendimiento a lo largo de 2010, con un presupuesto anual de 600.000 euros.

Según Jiménez, este observatorio será "una herramienta que permitirá observar y analizar los efectos del cambio climático en la salud de los ciudadanos" y que viene a sustituir a las anteriores herramientas de análisis que, a su juicio, "quedaron obsoletas e insuficientes para medir mejor nuestra vulnerabilidad".

Para Espinosa, es claro que el cambio climático está teniendo ya "efectos en la economía, el bienestar social y la salud" y que se trata "de un tema sensible", porque "puede acortar la esperanza de vida de la población" en España, un país al que se le debe prestar especial atención por ser "la puerta de entrada a Europa de posibles trasmisiones de enfermedades generadas por el cambio climático".

A su juicio, la creación de este observatorio será "un grano de arena más" en la lucha contra "uno de los principales problemas que existen a nivel global, pese a que algunos lo sigan negando".