Salud cántabra deberá pagar 514.000 euros a una paciente que quedó en situación de dependencia total tras una operación

Actualizado: jueves, 30 julio 2009 21:37

SANTANDER 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Servicio Cántabro de Salud (SCS) deberá indemnizar con 514.000 euros a una paciente de 53 años que quedó en situación de dependencia total tras sufrir una parada cardiorrespiratoria y entrar en coma horas después de ser operada en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) estima así en parte un recurso presentado por un hijo de la mujer --en nombre de su madre que ha sido incapacitada judicialmente--, en el que reclamaba al SCS más de un millón de euros de indemnización.

Según explica la sentencia, los hechos ocurrieron en abril del año 2006, cuando la mujer ingresó en Valdecilla para ser sometida a cirugía de colon por un cáncer. Superada la intervención y tras permanecer doce horas en la Unidad de Reanimación fue trasladada a planta donde, horas después, sufrió una parada cardiorrespiratoria.

La familia achacaba lo sucedido a que la mujer fue trasladada a planta "sin control médico alguno ni monitorización", mientras el SCS defendía el seguimiento y tratamiento ofrecido en todo momento y avalaba igualmente la labor de la enfermera que le puso la última dosis de medicación 15 minutos antes de producirse la parada cardiorrespiratoria.

El TSJC, por su parte, deja claro que no hay pruebas que indiquen que la enfermera cometiera un error, pero cuestiona en cambio la actuación de los responsables del centro porque, a su entender, dados los antecedentes de la paciente y por las hipotensiones que ya había experimentado durante la intervención y en la Unidad de Reanimación lo lógico es que se hubieran adoptado medidas de control en planta.

Así, señala que la paciente presentaba riesgos añadidos porque tenía diabetes, obesidad mórbida e hipertensión arterial, entre otras afecciones. Y esto, unido a los episodios de hipotensión sufridos en la operación y en el post operatorio, hacen "difícil de comprender" que no se adoptaran medidas de control una vez trasladada ya a la planta.

En la actualidad, la mujer necesita silla de ruedas para todos sus desplazamientos, no puede hablar (más allá de monosílabos) y sufre un "deterioro cognitivo muy severo". Se encuentra, según el informe forense, en una situación de dependencia total para todas las actividades de la vida diaria.