MADRID 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, descartó hoy extender el "copago" para financiar el sistema sanitario y afirmó que la aplicación de esta medida tendría costes políticos y de administración.
En su intervención en un debate sobre 'El modelo social europeo' organizado por la Fundación Alternativas, Salgado indicó que la alternativa del "copago" presenta problemas importantes que desaconsejan por el momento su extensión, más allá del ámbito actual de la prestación farmacéutica.
A su juicio, antes de pensar en extender los copagos habría que plantear un diseño de mayor eficiencia de los recursos actuales, y añadió que la eficacia recaudatoria del "copago" podría verse seriamente afectada por los costes de administración asociados a su diseño.
En cuanto a sus efectos sobre la racionalización de la demanda, indicó que esta alternativa no sólo tiende a reducir la demanda innecesaria, sino también la necesaria. "Pagar un euro por visita médica sólo disuade al que no lo tiene", advirtió.
Por este motivo, la titular de Sanidad considera prioritario actuar sobre otros ámbitos, como establecer un marco adecuado de toma de decisiones para políticos, gestores y clínicos que permita afrontar las tensiones que puedan producirse sobre el gasto en el medio y largo plazo. "Nuestro sistema sanitario es sostenible, pero debemos sentar las bases que permitan que lo siga siendo en el futuro", añadió.
A este respecto, insistió en la necesidad de introducir mecanismos efectivos de aumento de la eficiencia, y aseguró que "España está en condiciones de financiar la evolución del gasto sanitario público que se prevé para el futuro más próximo, teniendo en cuenta las proyecciones demográficas y el cambio previsible en las tecnologías sanitarias".
AUMENTO DEL GASTO SANITARIO SOBRE EL PIB.
Así, Salgado dijo que España dispone de "margen de maniobra" para incrementar el peso del gasto sanitario público sobre el PIB, que pese a haber aumentado en los dos últimos años sigue por debajo de la media de la UE-15.
Sobre este aspecto, recordó que los ciudadanos españoles son favorables a que se siga invirtiendo en la sanidad pública, siendo ésta "el único servicio público que justificaría un aumento de impuestos".
Por ello, agregó que mantener el incremento del gasto a unas tasas relativamente elevadas es una solución viable a corto plazo, aunque el objetivo a medio y largo plazo debe ser, en su opinión, alinear el crecimiento del gasto sanitario con las tasas de crecimiento del PIB.
Según la ministra, el envejecimiento de la población, los avances tecnológicos y las mayores expectativas de los ciudadanos respecto a la sanidad pública son factores estructurales estechamente vinculados al desarrollo económico y social de España, y subrayó que los profesionales sanitarios deben contribuir a sostener el sistema.
INCENTIVOS ECONOMICOS A PROFESIONALES.
En este sentido, apostó por un sistema de incentivos adecuado que se capaz de alinear los objetivos de los profesionales y de las organizaciones en las que trabajan con los del conjunto del sistema sanitario. "Ello implica satisfacer determinados objetivos de calidad y ser recompensado por su consecución", agregó.
Asimismo, Salgado advirtió sobre los desequilibrios existentes entre atención primaria y especializada, destacando que se trata de "uno de los problemas del sistema que necesita ser corregido cuanto antes".
A su juicio, resulta sorprendente el escaso peso relativo del gasto en atención primaria sobre el conjunto del gasto sanitario, que además se ha reducido en los últimos años, y abogó por aumentar los recursos y la capacidad de resolución de la atención primaria, promoviendo su coordinación con la atención especializada.