MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
La rotación de opioides y la asociación de estos medicamentos con otros fármacos como analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINES) o antiepilépticos logran una mayor respuesta en el control del dolor en enfermos de cáncer, según el estudio Algopal, promovido por el Instituto Catalán de Oncología y avalado por la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) con el apoyo de Mundipharma. "Opioides nuevos como fentanilo, buprenorfina u oxicodona han abierto nuevas posibilidades, sobre todo, en los pacientes que no responden en un principio al tratamiento", afirmó hoy el presidente de SECPAL, Xavier Gómez-Batiste, en la presentación del estudio.
En el ensayo clínico participaron 440 pacientes (el 69% presentaba cáncer metástasico), de los cuales el 95% estaba siendo tratado con opioides y el 81% con opioides mayores. Así, los resultados revelan que los enfermos que no responden a un opioide mayor y cambian a otro fármaco opioide, existe un 60% de posibilidades de mejorar el control del dolor de una manera "sustancial".
"Tratamientos nuevos como la oxicodona pueden tener un papel muy importante. Ahora no hay ninguna excusa para que un enfermo que necesita un opioide no tenga el apropiado", insistió el Gómez-Batiste. En la actualidad, la optimización en la utilización de los opioides y el control de las crisis de dolor son las principales metas, según este experto.
"El dolor no controlado es una urgencia. No se puede esperar muchos días para ver su evolución e ir cambiando el tratamiento como recoge la escalera de la Organización Mundial de la Salud", manifestó. "Las medidas en el tratamiento del dolor hay que tomarlas de inmediato", añadió.
Según el estudio, el 55% de los pacientes presenta un buen pronóstico de alivio del dolor, lo que supone que se puede controlar bien con los medicamentos que se utilizan habitualmente. Sin embargo, el 45% de los enfermos, que ofrece resistencia o sufre toxicidad y efectos secundarios como estreñimiento, boca seca o somnolencia, constituye un reto "para los profesionales el alivio de su dolor" y requiere la rotación de diferentes opioides.
En este sentido, la doctora Amparo Gisbert, especialista en Cuidados Paliativos que trabaja en la atención domiciliaria del Hospital Clínico de Valencia, subrayó que existe una serie de factores pronósticos que indican qué pacientes van a responder de forma más fácil al tratamiento aplicado.
"El consumo de alcohol u otras sustancias adictivas es un factor de mal pronóstico en el control del dolor", aseguró Gisbert, "porque este grupo de enfermos necesita un escalado de dosis muy rápido y el efecto del tratamiento es menor".
Otros factores que complican el alivio del dolor son el componente emocional, en el caso de pacientes jóvenes, con hijos pequeños, situaciones económicas difíciles, problemas previos de ansiedad o depresión; la presencia de dolor neuropático, que está presente en el 35% de los pacientes; y el dolor incidental, que lo sufre un 38% de los enfermos.