MADRID 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, ha afirmado que la campaña contra las derivaciones de intervenciones quirúrgicas a centros concertados supone "una irresponsabilidad" y ha espetado que "uno esperando en las listas de espera se puede morir".
Así se ha manifestado en rueda de prensa para presentar los datos de derivaciones a centros concertados de intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas de 2013 y preguntado por la campaña que realizan algunos colectivos de la Marea Blanca contra las derivaciones, aconsejando al ciudadano que rechace el ser derivado a un centro privado, y si ello ha influido en los últimos datos de espera quirúrgica.
"Esperando uno se puede morir. Por tanto quien realiza esa campaña que asuma su responsabilidad", ha espetado el titular de Sanidad respecto a este tipo de iniciativas, que ha calificado de "irresponsabilidad".
Por otro, el consejero ha remarcado que la Comunidad de Madrid adquirió el compromiso de intervenir a los pacientes en menos de 30 días y que ello puede hacerse con los recursos propios del SERMAS o con recursos "ajenos".
En este sentido, ha dicho que los pacientes que dicen que no en el caso de las derivaciones pasan a un estadio de más de 30 días pero que, incluso en esa situación, el periodo de demora es "mucho más corto" porque se ha aumentado la actividad de los centros propios.
DATOS DE LISTA DE ESPERA
Según los últimos datos de la Consejería, un total de 72.695 pacientes del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) estaban a la espera de una intervención quirúrgica al cierre de 2013, de los que casi la mitad (36.196 personas) corresponden a personas que "voluntariamente" han preferido mantenerse en lista de espera para ser intervenidos en un hospital de su elección.
De esta cifra global, un total de 18.073 pacientes corresponden a la conocida como lista de espera "estructural" (los pacientes cuya presencia es atribuible a la organización y los recursos disponibles del SERMAS) mientras que otros 18.426 personas son pacientes "transitoriamente no programables" (pacientes en los que no se aconsejan la intervención en ese momento o han pedido aplazarla, entre otros motivos).
Según los datos de la Consejería, la media de demora en el caso de los pacientes estructurales es de 12,3 días de media mientras que en las personas que han decidido "voluntariamente" ser operados en los centros que ellos eligen asciende hasta los 103 días.
De este grupo, un total de 6.471 están en lista de espera de cero a 30 días, 23.481 de 31 a 180 días, 5.831 están en una horquilla de 181 a 365 días y 413 superan el año de demora. En el caso de los pacientes en lista de espera estructural, todos están incluidos en el plazo de un mes.