MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
La diputada socialista en la Asamblea de Madrid Sonia Conejero ha considerado que la mejor medalla que se puede conceder a los profesionales sanitarios es el cese del consejero, Javier Rodríguez, mientras que éste ha contestado que es "mal día" para pedir su cabeza porque se han dado de alta a cinco contactos de alto riesgo y a otros 21 de bajo.
"La mejor medalla que pueden hacer a los profesionales es, desde luego, cesar al consejero de Sanidad", ha considerado la parlamentaria en el pleno de la Asamblea de Madrid, donde el presidente regional, Ignacio González, ha avanzado que se concederá la más alta distinción de la Sanidad de Madrid a Teresa Romero, la auxiliar de enfermería infectada por ébola, y a todos los profesionales sanitarios que han trabajado en la gestión del virus.
Ante estas palabras, Rodríguez ha señalado que "afortunadamente" hoy parece que Teresa ha superado el ébola y además se ha dado de alta a cinco contactos de alto riesgo y a otros 21 de bajo. "Ha elegido un mal día para pedir mi cabeza", ha considerado Rodríguez, quien ha sostenido que la actuación llevada a cabo por el Gobierno regional "se ha realizado en todo momento con absoluta corrección y transparencia siguiendo estrictamente los protocolos".
Además, ha indicado que la Consejería que dirige está realizando un estudio pormenorizado para analizar "de manera exhaustiva todos lo protocolos y medidas puestas en marcha para afrontar esta crisis sanitaria".
No obstante, Conejero ha criticado la "mala gestión, desorganización y recortes" del Ejecutivo regional durante la gestión de esta crisis del ébola y ha señalado que "no ha ayudado nada la eliminación de la dirección de salud pública", que ahora hubiera estado "encargada de gestionar una crisis de este tipo", ni "el desmantelamiento del Carlos III".
Asimismo, ha reprochado a Rodríguez no haber dado la sensación de controlar la situación, sino que, al contrario, ha generado "mucha alarma social". "Piense si es digno de seguir sentado en ese sillón. Debería coger sus cosas y dimitir", ha apostillado.
Por su parte, Rodríguez se ha centrado en el modo de actuar y ha explicado que, según todos los protocolos, Teresa Romero estaba considerada una persona "de bajo riesgo" y cuando ingresó en el Hospital de Alcorcón la paciente tenía 36,7, grados de temperatura, cuando los protocolos del ébola exigen tener 38,6.
Una vez que se supo que tenía ébola, ha relatado, se avisó al SUMMA, que tras conseguir una cápsula de aislamiento de presión negativa del Ejército, trasladó a la paciente al Hospital Carlos III, donde se pusieron todos los recursos materiales, farmacológicos y económicos al servicio de la auxiliar, que "afortunadamente" parece que lo ha superado.