VALLADOLID 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una treintena de residentes en la especialidad de Medicina Intensiva de varias comunidades autónomas, entre ellas de La Rioja, participa en el Hospital Río Hortega de Valladolid en un curso para profundizar en sus conocimientos sobre el proceso de la donación y el trasplante de órganos.
El curso, organizado por las coordinaciones autonómicas de trasplantes de Asturias y de Castilla y León, ha sido inaugurado por el consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado; el coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz; y el presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, José Cuñat.
El entrenamiento en el proceso de la donación de órganos y del trasplante es una parte esencial en la formación de los residentes de Medicina Intensiva, pues es en las unidades de cuidados críticos, y especialmente en las de cuidados intensivos, donde se encuentran los pacientes ingresados con daños cerebrales graves que pueden evolucionar hacia la muerte cerebral, ha explicado Cuñat, quien ha destacado la organización como parte del éxito de sistema español de trasplantes.
En este marco, José Cuñat ha incidido en la figura "clave" del intensivista, fundamental a la hora de apoyar esta formación, mientras que Rafael Matesanz ha recordado el liderazgo de España en la donación de órganos.
El coordinador de la ONT ha explicado que entre las razones de ese liderazgo están la solidaridad de los españoles, la buena situación del sistema sanitario español y el sistema organizativo, con la base del modelo en los profesionales, que están "muy bien" entrenados y motivados.
Además, ha incidido en que en el 84 por ciento de los casos los responsables y coordinadores de estos procesos de donación y trasplante son intensivistas, razón por la que desde hace cinco años se viene organizando el 'Curso sobre donación y trasplantes de órganos para residentes de Medicina Intensiva de la zona norte'.
La acción formativa se dirige a especialistas en formación de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Castilla y León y ya ha permitido que más de 3.000 profesionales del sistema sanitario de Castilla y León conozcan el proceso y colaboren en la detección y el mantenimiento de los posibles donantes.
ÉXITO DEL SISTEMA
Matesanz ha recordado que en Castilla y León el sistema se ha coordinado en todos los hospitales y desde el año 89, cuando había diez donantes por millón, ahora hay 51, lo que supone multiplicar por cinco el número.
En este sentido, tanto el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, como el coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, y el presidente de la sociedad Española de Medicina Intensiva, José Cuñat, han hecho hincapié en los últimos datos publicados en los que España se mantiene un año más -y ya van 21 de forma consecutiva- como líder mundial con 34,8 donantes por millón de habitantes registrados el año pasado -1.643 donantes-.
Asimismo, Castilla y León se ha posicionado por primera vez en 2012 en cabeza, con un récord de 130 donantes de órganos, un 21,9 más que el año anterior y el máximo registro alcanzado nunca. Esto supone el 51,1 de donantes por millón de habitantes. Esta actividad permitió llevar a cabo 396 extracciones de órganos y un total de 283 trasplantes, de los que 117 fueron renales -56 en Salamanca y 61 en Valladolid-, 44 hepáticos, cinco cardiacos, seis de páncreas-riñón, cinco renales de vivo y 106 de córneas.
En este marco, Sáez Aguado ha destacado estos datos precisamente se conocen en un momento en el que se debate sobre recortes y la sostenibilidad del sistema y dan la razón a que se mantienen los niveles de calidad aunque se hayan tenido que tomar medidas que "no han gustado" para preservar la sanidad pública.
Asimismo, ha incidido en el éxito de la formación que, junto a lo anterior, se sustenta en una organización común de toda España, con criterios similares, compartidos, que tienen como base la elevada participación de los profesionales.
A su juicio, la conclusión que se puede extraer es que hay que seguir trabajando en la misma línea, intentar dar mayor capacidad de actuación y autonomía a los profesionales para que ayuden a identificar las ineficiencias y así ayudar a solucionarlas.