MADRID 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Entre los pacientes sometidos a cirugía bariátrica (el conjunto de procedimientos quirúrgicos usados para tratar la obesidad), existe una mayor prevalencia de trastornos por adicción alcohol en el segundo año después de la cirugía -específicamente, después del bypass gástrico Roux-en-Y-, en comparación con el año inmediatamente antes y después de la cirugía, según un nuevo estudio publicado en 'JAMA', y presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica.
"A medida que aumenta la prevalencia de obesidad severa en los Estados Unidos, cada vez es más común que los proveedores de servicios de salud, y sus pacientes, consideren la cirugía bariátrica -el tratamiento más efectivo y duradero para la obesidad severa. Aunque la cirugía bariátrica puede reducir, a largo plazo, la mortalidad, y conlleva un riesgo bajo, a corto plazo, de resultados adversos graves, su seguridad sigue siento una preocupación. Por ejemplo, algunos informes sugieren que la cirugía bariátrica puede aumentar el riesgo de trastornos por consumo de alcohol, según la información del artículo.
Los autores añaden que existe evidencia de que algunos procedimientos de cirugía bariátrica alteran la farmacocinética del alcohol; dada una cantidad estándar de alcohol, los pacientes alcanzan un pico más alto en el nivel de alcohol después de la cirugía, en comparación con controles, o con sus niveles preoperatorios".
La doctora Wendy C. King, de la Universidad de Pittsburgh, y sus colaboradores, realizaron un estudio para determinar si la prevalencia de la adicción al alcohol cambia después de la cirugía bariátrica, comparando la ingesta de alcohol en el año anterior a la cirugía, con el primer y segundo año tras la cirugía.
El estudio incluyó a 2.458 adultos que se sometieron a cirugía bariátrica en 10 hospitales de Estados Unidos. De estos participantes, 1.945 (un 78,8 por ciento de ellos mujeres; un 87 por ciento blancos; con una edad media de 47 años y un índice medio de masa corporal de 45,8) completaron evaluaciones durante el preoperatorio y el postoperatorio, entre 2006 y 2011.
Los investigadores observaron que la prevalencia de los síntomas de la adicción al alcohol no difería significativamente un año antes, ni un año después de la cirugía bariátrica, pero fue significativamente mayor en el segundo año tras la operación (un 9,6 por ciento).
Más de la mitad de los participantes que reportaron una adicción al alcohol durante la evaluación preoperatoria siguieron teniendo dicha adicción los dos primeros años del postoperatorio. Por otro lado, un 7,9 por ciento de los participantes no adictos al alcohol en la evaluación preoperatoria, mostraron adicción al alcohol en el postoperatorio.
Los investigadores también observaron que los hombres, los menores de edad, los fumadores, y los consumidores regulares de alcohol y otras drogas, mostraron una mayor posibilidad de adicción al alcohol después de la cirugía. Los autores señalan que, aunque el aumento del 2 por ciento en la prevalencia de la adicción al alcohol durante la evaluación postoperatoria puede parecer pequeño, este aumento representa a más de 2.000 personas adicionales con adicción al alcohol en los Estados Unidos, cada año.
Los investigadores concluyen que "este estudio tiene implicaciones importantes para el cuidado de los pacientes que se someten a cirugía bariátrica. Independientemente de su relación con el alcohol, los pacientes deben conocer la tendencia potencial de la cirugía bariátrica a aumentar el riesgo de adicción al alcohol".