Revelan los orígenes evolutivos de la sonrisa

Actualizado: jueves, 18 octubre 2012 13:12

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Se requiere de dientes y de mandíbulas para formar una bonita sonrisa, pero los orígenes evolutivos de estas partes de nuestra anatomía apenas acaban de ser descubiertos, gracias a un acelerador de partículas y un pez muerto hace mucho tiempo. Esta nueva investigación, dirigida por la Universidad de Bristol y publicada hoy en la revista 'Nature', muestra que estos primeros vertebrados con mandíbulas también poseían dientes, lo que indica que los dientes fueron evolucionando junto a las mandíbulas.

Todos los vertebrados con mandíbulas (animales con columna vertebral, como los humanos) tienen dientes, pero desde hace tiempo se pensaba que los primeros vertebrados con mandíbulas carecían de perlas rechinantes, sino más bien de horribles mandíbulas como tijeras para poder capturar a las presas.

Paleontólogos de Bristol, del Museo de Historia Natural y de la Universidad de Curtin, Australia, colaboraron ??con físicos suizos para estudiar las fauces de un primitivo pez mandibulado llamado Compagopiscis.

El equipo internacional estudió los fósiles de Compagopiscis utilizando rayos X de alta energía en el Instituto Paul Scherrer de Suiza, revelando la estructura y el desarrollo de los dientes y los huesos del pez.

El autor principal, Martin Ruecklin de la Universidad de Bristol, dijo que "hemos sido capaces de visualizar todas las líneas de tejidos, células y el crecimiento dentro de las mandíbulas óseas, lo que nos permite estudiar el desarrollo de los maxilares y los dientes. Podríamos entonces hacer comparaciones con la embriología de los vertebrados vivos, lo que demuestra que los placodermos poseían dientes".

El profesor Philip Donoghue, de la Escuela de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol y co-autor del estudio, dijo que "es una evidencia sólida de la presencia de dientes en estos primeros vertebrados con mandíbulas y resuelve el debate sobre el origen de los dientes".

La co-autora Zerina Johanson, del Museo de Historia Natural, comentó que "estos fósiles maravillosamente conservados de Australia revelan muchos secretos de nuestro linaje evolutivo, pero la investigación se ha visto retrasada esperando al tipo de tecnología no-destructiva que hemos utilizado en este estudio. Sin la colaboración entre paleontólogos y físicos, nuestra historia evolutiva permanecería aún escondida en las rocas".

El profesor Marco Stampanoni, del Instituto Paul Scherrer, dijo: "Hemos realizado microscopía 3D no invasiva en la muestra usando radiación de sincrotrón, una fuente muy potente de rayos X. Esta técnica nos permitió obtener un modelo digital perfecto y vistas muy detalladas del viejo fósil sin destruirlo. Normalmente, este método proporciona una resolución espacial muy alta en muestras pequeñas. Para este experimento hemos modificado la configuración y los algoritmos de reconstrucción con el fin de ampliar el campo de visión significativamente mientras manteníamos la alta resolución espacial".