MADRID 15 May. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Sociedad Española de Reumatología (SER), Susana Romero, ha señalado que el condicionamiento genético y los factores ambientales se encuentran entre los desencadenantes de las vasculitis ANCA, por lo que considera que es posible que las distintas áreas geográficas "influyan en las diferencias de incidencia".
Así, en el marco del 'Día Internacional de las Vasculitis', que se celebra este 15 de mayo, la especialista ha explicado que las vasculitis ANCA son vasculitis muy graves si no se abordan adecuadamente. Aunque ha informado de que son enfermedades de baja prevalencia y constituyen un área del conocimiento en la que la información es escasa.
"Son por tanto necesarios estudios que permitan describir de forma actualizada y precisa la epidemiología de las mismas en el entorno, tal y como se ha hecho con el proyecto RESER/NVAN: Registro Multicéntrico de Vasculitis Asociadas a ANCA en España. Esta investigación servirá para obtener claves que permitan mejorar la atención y pronóstico de las personas con vasculitis", ha detallado.
Durante el 51º Congreso Nacional de la SER, que se está celebrando estos días en Madrid, se ha incluido una mesa redonda dedicada a estas patologías. En el encuentro se ha explicado que las vasculitis ANCA incluyen la granulomatosis con poliangitis (GPA), la granulomatosis eosinofílica con poliangitis (GEPA) y la poliangitis microscópica (PAM).
Se caracterizan por la inflamación necrotizante de pequeños vasos, algunas con granulomas en los tejidos, y pueden afectar varios órganos, siendo el riñón, las vías respiratorias y el sistema nervioso, los más frecuentes. Muchos pacientes expresan anticuerpos anti citoplasma de neutrófilo (una célula del sistema inmune) denominados (ANCA).
En cuanto a la proteína a la que se dirigen los ANCA, suele ser diferente en función del tipo de vasculitis que se trate. "En algunos pacientes, sin embargo, a pesar de tener un cuadro clínico compatible no se detectan. Según datos del registro RESER/NVAN, la más frecuente es la PAM, seguida por la GPA y la GEPA y la incidencia va aumentado con los años de los pacientes, aunque puede aparecer en cualquier edad", ha indicado Romero.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y COMORBILIDADES
Respecto a las manifestaciones, la doctora ha explicado que "su presentación es muy variable y, a veces, hay inicialmente signos inespecíficos, instaurándose después el daño de los órganos y variando éste en función del tipo de vasculitis y de la precocidad de su diagnóstico y manejo".
"Las manifestaciones más frecuentes y más graves son las renales, las pulmonares y las del sistema nervioso pudiendo afectar también a las articulaciones, la piel, los ojos y, de forma característica, las otorrinolaringológicas", ha agregado.
En cuanto a las comorbilidades: "Las más habituales son la hipertensión, las enfermedades crónicas respiratorias y las dislipemias, aunque un porcentaje importante de pacientes también presentan enfermedad crónica renal, diabetes o enfermedad cardiovascular. En este sentido, es esencial controlar los factores de riesgo cardiovascular y la inflamación que también es un factor de riesgo independiente, ya que los eventos cardiovasculares ensombrecerían el pronóstico de estos pacientes", ha apuntado.
Por último, la experta ha asegurado que es "fundamental" el diagnóstico y el abordaje precoz para evitar el daño irreversible de los órganos. "El manejo multidisciplinar, cada día más implementado, mejora los procesos asistenciales permitiendo una mejor atención", ha destacado.
"Es importante seguir estrechamente al paciente para confirmar que se ha alcanzado la remisión y que ésta se mantiene, en caso contrario se debe modificar la estrategia terapéutica para conseguir este fin", ha finalizado.