MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los receptores de riñones procedentes de donantes en asistolia controlada mayores de 65 años presentaron resultados equiparables a los receptores de trasplante procedentes de donantes con muerte cerebral, según ha evidenciado un estudio realizado por especialistas del Hospital del Mar de Barcelona.
Aunque este tipo de donación ha crecido de manera exponencial en España en los últimos años, existe poca evidencia científica sobre sus resultados cuando los donantes tienen más de 65 años. La donación en asistolia ocurre en personas que fallecen como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria irreversible y en la actualidad representa hasta un 26 por ciento del total de donantes en España.
La donación en asistolia controlada, la más frecuente, es la procedente de pacientes a los que se aplica limitación del tratamiento de soporte vital, tras la decisión conjunta por parte del equipo sanitario y los familiares o representantes del enfermo, cuando no existe ninguna posibilidad de supervivencia.
El estudio retrospectivo observacional realizado por los especialistas del Hospital del Mar ha incluido un total de 85 pacientes trasplantados de donantes en asistolia controlada (de todas las edades) y 101 pacientes trasplantados de donantes en muerte encefálica mayores de 65 años realizados entre enero de 2013 y diciembre de 2017.
De los 85 donantes en asistolia controlada, el 53 por ciento eran mayores de 65 años y dichos injertos se trasplantaron en un 64 por ciento en receptores mayores de 65 años. En este sentido, los receptores trasplantados de donantes en asistolia controlada mayores presentaron más función retrasada del injerto que los más jóvenes, pero similar a los receptores que recibieron un injerto de un donante en muerte encefálica mayores de 65 años.
Además, la función renal a los seis meses fue similar entre los tres grupos y, según han informado los investigadores durante la presentación del trabajo, realizada en el XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología y el IX Congreso Iberoamericano de Nefrología, el principal determinante de función retrasada del injerto fue la edad del donante.