Actualizado: miércoles, 22 mayo 2013 11:18

MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

La activación de una enzima conocida por desempeñar un papel en los beneficios de la restricción calórica contra el envejecimiento retrasa la pérdida de células del cerebro y preserva la función cognitiva en los ratones, según un estudio publicado en la edición de este miércoles de 'The Journal of Neuroscience'. Los hallazgos podrían un día guiar a los investigadores a descubrir alternativas de medicamentos que ralentizan el progreso de la discapacidad asociados con la edad en el cerebro.

La restricción calórica retrasa la pérdida de células nerviosas que es común en la enfermedad neurodegenerativa, como el Alzheimer, y un fármaco que activa Sirtuinas 1(SIRT1), una enzima que ofrece cierta protección contra alteraciones asociadas con la edad en el cerebro, tiene los mismos efectos, según este estudio realizado por investigadores de los institutos Picower para el Aprendizaje y la Memoria, Tecnológico de Massachusetts y Médico Howard Hughes, todos ellos en Estados Unidos.

"Ha habido un gran interés en la búsqueda de compuestos que imitan a los beneficios de la restricción calórica que se podrían utilizar para retrasar la aparición de problemas relacionados con la edad y/o enfermedades", afirmó Luigi Puglielli, que estudia el envejecimiento en la Universidad de Wisconsin, Madison (Estados Unidos), pero que no estuvo involucrado en el estudio.

"Si es seguro para los seres humanos, este estudio sugiere que esa droga podría ser utilizada como una herramienta preventiva para retrasar la aparición de la neurodegeneración asociada con varias enfermedades que afectan al envejecimiento del cerebro", añadió Puglielli.

En el estudio, el equipo de Li-Huei Tsai, investigador principal de este análisis, redujo un 30 por ciento las dietas normales de ratones modificados genéticamente para sufrir rápidamente cambios en el cerebro asociados a la neurodegeneración. Tras tres meses con esa alimentación, los roedores completaron varias pruebas de aprendizaje y memoria.

"No sólo se observó un retraso en el inicio de la neurodegeneración en los ratones con restricción de calorías, sino que los animales salvaron sus déficit de aprendizaje y memoria en comparación con ratones que no consumieron las dietas de bajas calorías", explicó Tsai.

Por otro lado, los científicos dieron a un grupo separado de ratones un fármaco que activa SIRT1, que provocó un efecto similar a lo que los investigadores encontraron en los ratones expuestos a dietas bajas en calorías: los que recibieron la droga tenían menor pérdida de células y mejor conectividad celular que los que no tomar el fármaco.

"La pregunta ahora es si este tipo de tratamiento funcionará en otros modelos animales, si es seguro para su uso en el tiempo y si retrasa temporalmente la progresión de la neurodegeneración o la detiene por completo", concluyó Tsai.