Madrid 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
La presunta autora de la muerte por asfixia de tres menores discapacitados en un centro de acogida de Boecillo (Valladolid) podría estar afectada por el denominado síndrome del cuidador que afecta tanto a profesionales como familiares de personas que necesitan cuidados asistenciales, según expertos consultados por Europa Press.
Los tres niños fallecidos de forma violenta padecían un gran grado de movilidad reducida, entre el 78 y el 90 por ciento, dos de ellos eran de nacionalidad española y un tercero era guineano.
El síndrome del cuidado puede identificarse como un quemazón en el trabajo, producido a lo largo del tiempo que acaba por producir una despersonalización disminuyendo la eficacia de lo que estamos haciendo porque no tener en cuenta a quien tenemos delante.
Según explica a Europa Press el doctor en psicología y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, Guillermo Fouce, "es como si se pusiésen una coraza, como si dejásen de sentir".
El experto explica que "entre las principales causas de la aparición de este síndrome se encuentra el estrés manifestado en problemas psicosomáticos, pensamientos invasivos o dificultad de dormir entre otros"
Es especialmente significativo que esta patología afecta a aquellas personas que tienen a su cargo personas con una alta dependencia y que no obtienen ningún tipo de mejora en la calidad de vida del paciente con el paso del tiempo. Como explica Fouce, "es como un vaso que se va llenando de gotas, en donde llega un punto en el que éste rebosa".
Esta afección se produce en personas que tienen el cuidado de otra personas, ya lo realicen de forma profesional o familiares. Este síndrome produce agotamiento, con un deterioro de la salud física, mental y emocional. Cuando esas consecuencias no se toman bien, aparece el síndrome del cuidador que empeora la salud física y familiar del aceptado.
Para la psicóloga clínica experta en gerentología y dependencia, Dolores Ortiz, las causas de la aparición de este síndrome residen en que "los cuidadores profesionales tienen una situación de estrés y que muchos de los que se dedican a ello no tienen esa facultad de cuidar. Así, tanto cuidadores profesionales como no profesionales deberían de ser conscientes de cual es su capacidad para cuidar durante un tiempo prolongado a otras".
"Debemos reflexionar sobre a quién dejamos la responsabilidad de cuidar a una personas dependientes ya que deben de ser capaces de realizar esta tarea, especialmente por la carga física y emocional que este trabajo necesita" añade Ortiz.
Así, los expertos señalan la importancia de cualificar a las personas que realicen estas actividades ya que es necesario tener una buena formación para realizar esta tarea, por el alto desgaste que estos cuidados producen en los propios cuidadores.