LONDRES, 7 Abr. (EUROPA PRESS/Marta Altuna) -
Las autoridades veterinarias de Reino Unido están realizando análisis a 17 aves muertas después de haberse confirmado ayer el primer caso de gripe aviar en el país, ya que los expertos creen que es poco probable que el cisne que murió debido al virus H5N1 sea un caso aislado.
El Partido Nacionalista Escocés pidió que los análisis de estas 17 aves se realicen con la máxima rapidez posible y su líder, Alex Salmond, dijo que es importante "que se acorte el tiempo necesario para confirmar los resultados".
La responsable de Agricultura en Escocia, Ross Finnie, se reunirá hoy con el Sindicato Nacional de Agricultores para analizar medidas que puedan contener el avance de la infección.
El ejecutivo escocés ha extendido las zonas de vigilancia en la región, incluyendo 175 propiedades que tienen un total estimado de 3,1 millones de aves, así como granjas de aves de corral.
Inicialmente las autoridades británicas prohibieron el movimiento de aves en una zona de tres kilómetros en Cellardyke, el lugar en el que el cisne fue hallado muerto hace ocho días. Además se impuso una zona de vigilancia de 10 kilómetros.
La Agencia de Protección de la Salud enfatizó que esta infección es "una gripe aviar y no una gripe humana". Además dijo que en los países que han muerto personas de la gripe aviar, éstas vivían en contacto muy directo con las aves infectadas.
La Agencia de Protección de los Alimentos señaló que se están tomando medidas para asegurar la seguridad de los alimentos.
"Obviamente pueden suceder cosas nuevas pero lo que decimos ahora es que estamos satisfechos con la seguridad de la carne de ave y de otros productos de ave para que sean consumidos, cocinados y preparados", indicó su portavoz, Alick Simmonds.
El ejecutivo Escocés, por su parte, explicó que no existe razón alguna para la alarma, pero pidió a los ciudadanos que se mantengan vigilantes y que informen a las autoridades si encuentran aves muertas.